Los malos resultados y los errores de gestión han recalentado varios de los asientos de la mesa de la comisión directiva de Boca, que ahora parece tener a su presidente, Jorge Amor Ameal, bajo la enorme presión de los dirigentes alineados en el macrismo boquense. En ese contexto se llevó a cabo ayer la reunión de comisión directiva en la que los dirigentes, según palabras de Ameal, tuvieron “un momento de reflexión, de mea culpa de todos” y en la cual se oficializó la negociación con Guillermo Barros Schelotto. Además, el dirigente confirmó que Abel Alves seguirá hasta junio y que antes de decidir van a “evaluar distintos técnicos”.

La interna que divide al plantel tiene su espejo en la mesa de los directivos, lo cual explica el flojo andar del equipo en el torneo Clausura y los idas y vueltas en materia de entrenadores, así como la renuncia de Alfio Basile y la salida de Carlos Bianchi por la puerta chica. Pero es por la relación de fuerzas ahora desfavorable por lo que Ameal debió renunciar a su sueño de volver a sentar a Bianchi en el banco de suplentes, más allá de que el Virrey no quiere saber nada con este contexto político y recién “despertaría” al técnico en 2011.

El peso de los trascendidos recae sobre las espaldas de Juan Román Riquelme, uno de los líderes del equipo. Para Bianchi, Riquelme era intocable, no así el otro líder y goleador Martín Palermo. Ahora, para que Guillermo Barros Schelotto acepte la propuesta de Boca, a la que ya se negó en dos oportunidades, cuando se fue Ricardo LaVolpe y cuando se fue Miguel Ru-sso, la no renovación de Riquelme se presenta como una condición sine qua non, algo que Ameal intentó minimizar ayer.

Aunque en varias oportunidades el Mellizo Guillermo manifestó no tener inconvenientes para dirigir a sus ex compañeros, el por ahora delantero del Columbus Crew de la liga estadounidense (MSL) pretende que sean los dirigentes lo que se carguen a Riquelme y no él, para evitar confrontaciones con los hinchas, quienes podrían recriminarle el hecho.

De todas maneras, desde Estados Unidos, el ex atacante del club jugó al distraído. “No sé nada. La dirigencia de Boca no me ha llamado. Así que, más allá de los comentarios periodísticos, no puedo hablar”, señaló en una entrevista al sitio web de la MLS. “Yo sigo pensando como jugador”, remarcó. Y con respecto al caso Riquelme, puntualizó: “No me he pronunciado acerca de esto y no quiero hacerlo públicamente”. Por su parte, Ameal remarcó al respecto: “Son dos ídolos. Hablé con Guillermo y en ningún momento me planteó este tema, sino que necesitaba pensar la propuesta de Boca”.