Cuesta creer que un amistoso de la levedad del disputado anoche en Cutral Có pueda haberle sido de utilidad al técnico de la Selección Argentina, Diego Maradona, para finiquitar la confección de su lista de 23 convocados (o la versión amplia de 30 preseleccionados) que llevará al Mundial de Sudáfrica.

Y cuesta imaginárselo porque de un partido en el que no hay equivalencias, en el que un equipo conformado por jugadores del campeonato local se midió con otro de nivel de la B Nacional o menos (Haití está 87º en el ranking de la FIFA), resulta poco preciso sacar conclusiones ajustadas.

Por ejemplo: ¿Pozo o Gabbarini? Maradona busca determinar el tercer arquero del plantel, y a la candidatura del arquero de Colón se le encimó la nominación del golero de Independiente, el mejor del Clausura. Pero sucedió que Haití no pisó el área argentina ni con un telegrama colacionado, y entonces resulta trabajoso imaginar qué juicio de valor adicional pudo haberse llevado Maradona de esta goleada, más allá de la mirada que el líder de la Selección suele poner, y con lupa, sobre la motivación y el compromiso que los futbolistas muestran con la camiseta celeste y blanca sobre el torso.

El gol de Palermo (maravilloso pase en profundidad de Toranzo para Garcé, centro de primera milimétrico para el frentazo del goleador, que fusiló al arquero Zerphirin), el segundo de la Argentina, no debe haberle agregado muchas más credenciales a la postulación del artillero (ver aparte). Quizás el papel aplomado de Mercier en el medio del campo contribuyó para meterlo definitivamente en una lista de 30 en la que la lesión de Braña le hizo lugar, pero tampoco se apreciaron más certezas reveladas a partir de esos 90 minutos.

Ortega amasó algunas de sus picardías, pero se destacaron Sebastián Blanco y Facundo Bertoglio, no sólo porque conquistaron los otros tres tantos de la goleada, sino porque aportaron movilidad y brillo desde su juventud. Apuestas para un Mundial más allá: 2014 está demasiado lejos todavía.

El volante de Colón abrió el marcador cuando le robó la pelota al zaguero haitiano Paulin y la tocó suave ante la salida del arquero; se lució más en el cuarto gol, cuando vino el centro desde la derecha de Ortega, la defensa visitante se comió las marcas y Bertoglio, entrando solo por la izquierda, la acomodó entre el arquero suplente Occenat y el palo. Blanco sorprendió con un remate que pareció centro, tras pase desde el corner de Toranzo, y se coló en el ángulo lejano.

La goleada pudo haber sido más amplia: el resultado fue anecdótico. Maradona sabrá si el desarrollo, si las actuaciones individuales, si las respuestas, trascendieron ese plano.

4- ARGENTINA

Pozo; Garcé, Goltz, Insaurralde, Villagra; Toranzo, Mercier, Blanco, Bertoglio; Ortega, Palermo.

DT: Diego Maradona.

0- HAITI

Zerphirin; Bruny, Paulin, Sirin, Jerome; Alexandre, Marcelin, Pierre Louis, Gilles; Baptiste, Dieujuste.

DT: J. Ríos Rendón.

Estadio: Coloso de Ruca Quimey (Cutral Có).

Arbitro: Enrique Ossés (Chile).

Goles: 33m y 55m, Bertoglio (A); 42m, Palermo (A); 50m, Blanco (A).

Cambios: 46m, Gabbarini por Pozo (A); 54m, Occenat por Zerphirin (H); 59m, Raymond por Sirin (H) y Fernández por Ortega (A); 62m, Olmedo por Mercier (A); 65m, Pereyra por Palermo (A); 69m, Caruzzo por Goltz (A); 70m, Jara por Bertoglio (A); 76m, Belfort por Dieujuste (H).