DEPORTES
“Mi objetivo es estar entre los Top-Ten al terminar la temporada”
David Nalbandian, el mejor tenista argentino de la actualidad, arrancó con éxito en el Abierto de Australia y, mientras lo persigue la fama de haber sido finalista en Wimbledon, fija sus metas para el 2003. Ganaron Chela y Acasuso, jugaban Cañas y Coria entre sí, Gaudio y Suárez.
El mejor tenista argentino de la actualidad, el cordobés David Nalbandian, arrancó exitosamente el Abierto de Australia en una temporada en la que espera, según confesó, terminar como un Top-Ten del ranking mundial. Décimo preclasificado en el primer Grand Slam del año, Nalbandian fue de menor a mayor para vencer al francés Jerome Golmard 3-6, 6-3, 6-1 y abandono del galo a causa de dolores musculares, por lo que el partido duró apenas una hora y 33 minutos. Tras la victoria, Nalbandian se refirió al futuro y calmó la curiosidad de la prensa internacional que sigue impactada por su actuación en Wimbledon 2002, cuando fue finalista.
–Usted terminó muy bien el 2002, ganando en Basilea. ¿Empieza a sentirse un poquito más normal después de la fiebre que despertó en Wimbledon? ¿Está jugando mejor tenis?
–Sí, espero estar jugando mejor. En este debut no jugué un buen primer set, pero después recuperé mi nivel. Creo que este Abierto es de gran importancia para mi futuro, y empezar ganando el torneo es clave. Me sentí realmente bien en los otros dos sets y espero continuar así.
–¿Qué espera de este torneo y del año 2003 en particular?
–Es difícil marcarse objetivos en un certamen porque te pueden eliminar en un mal día, pero creo que este Abierto de Australia es muy importante en función de la temporada, en la que mi objetivo es estar entre los diez mejores del ranking, ser un Top-Ten. A eso aspiro.
–Usted viene del polvo de ladrillo, ¿el rebound ace de Melbourne conspira contra su juego?
–No, me parece que es un poquito lento, así que en algo nos favorece. Yo ya había jugado en esta superficie el año pasado y vengo de jugar en Auckland sobre el mismo piso.
–¿Cuánto tiempo tardó en dejar atrás el fantasma de Wimbledon y seguir jugando normalmente?
–Ah, qué sé yo, acaso una o dos semanas. O acaso nunca lo deje atrás...
–¿Representa eso un problema?
–No. Después de Wimbledon jugué durante dos semanas en las que estaba pensando en otras cosas. Pero reencontré la concentración y seguí haciendo un buen trabajo.
–¿Siente mayor presión después de ser finalista en Wimbledon?
–¿Debería?
–Su perfil público creció, hay más expectativas en torno a su rendimiento.
–No, no siento más presión. Antes de Wimbledon, nadie me conocía; ahora pienso que todo el mundo me está mirando, pero yo siempre traté de jugar lo mejor posible antes y después de aquella final. ¿La verdad? Espero jugar ese partido de vuelta, pero ganarlo esta vez.
–¿Qué fue lo mejor de aquello? ¿Jugar la final o que lo reconocieran más en la Argentina, más que a los otros tenistas de su país?
–Todo. Jugar la final de Wimbledon fue grandioso, y creo que después fui más respetado incluso entre los otros tenistas.
En la madrugada se jugaba en Melbourne un duelo argentino inédito, entre Guillermo Coria y Guillermo Cañas. Además, Gastón Gaudio se medía contra el armenio Sargis Sargsian (que eliminó a Agustín Calleri en primera ronda) y Paola Suárez se enfrentaba a la italiana Tathiana Garbin.