EL PAíS › BRINZONI JUSTIFICO SU REIVINDICACION DE GALTIERI

La culpa es del protocolo

“Despedí a un comandante en jefe y a un general retirado, a quien corresponden los honores del cargo”, dijo ayer el jefe del Ejército, Ricardo Brinzoni, al intentar justificar sus palabras en el entierro de Galtieri.
Pidieron su destitución.

 Por Victoria Ginzberg

El jefe del Ejército, Ricardo Brinzoni, intentó justificar la reivindicación que hizo del dictador Leopoldo Fortunato Galtieri en su entierro y se escudó en el protocolo. “Despedí a un comandante en jefe y a un general retirado, a quien corresponden los honores del cargo”, afirmó el general. La excusa no sirvió para aplacar las críticas. Al pedido de destitución del jefe del Ejército que habían hecho los organismos de derechos humanos y diputados nacionales se sumó el repudio de políticos de diferentes partidos, ex combatientes de Malvinas y personalidades relacionadas con la defensa de los derechos humanos. Las diputadas Nilda Garré, del Frepaso, e Inés Pérez Suárez, del PJ, tomaron la propuesta que hizo en Página/12 el ex jefe del Ejército Martín Balza y anunciaron que presentarán un proyecto para que se excluyan de todas ceremonias oficiales a quienes fueron jefes de la dictadura. Quien decidió no hacer declaraciones fue el ministro de Defensa, Horacio Jaunarena.
Brinzoni eligió para su descargo la tribuna de Radio 10. Allí ratificó las palabras que había pronunciado el lunes en el panteón militar de Chacarita, al despedir en una ceremonia con honores los restos del dictador que dirigió la guerra de Malvinas y fue condenado a doce años por ello, aunque una comisión de las Fuerzas Armadas había considerado que debía ser fusilado.
“Actuó y decidió según sus convicciones. Su gestión ya está en la historia. En los últimos años enfrentó con entereza las dificultades y cumplió como un soldado disciplinado todas las órdenes y las políticas institucionales”, dijo Brinzoni. Por estas palabras y la despedida oficial, los organismos de derechos humanos y dirigentes políticos reclamaron el lunes la destitución del jefe del Ejército. Brinzoni adjudicó las críticas al “desconocimiento de la realidad, de los reglamentos, o intereses particulares o sectoriales”. Ayer, nuevas y múltiples voces se sumaron de forma espontánea al repudio hacia Brinzoni.

- Felipe Solá, gobernador de la provincia de Buenos Aires: Consideró “equivocado” el proceder del jefe del Ejército y agregó: “Me parece que tenía la oportunidad de mostrarse como un argentino, además de soldado, y reconocer las gravísimas consecuencias del pasado del general Galtieri, primero como represor y después en el tema Malvinas, pero sobre todo en el primer caso. Pero se quedó en la actitud corporativa y habló para el pasado”.

- Alicia Oliveira, defensora del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires: “La reivindicación de Galtieri como comandante en jefe es una apología de un acto de fuerza, una defensa al golpismo. Estamos frente a un jefe del Ejército que realza las políticas de violación sistemática de los derechos humanos al reconocer la figura de un personaje patético para la historia de nuestro país. El presidente de la Nación, Eduardo Duhalde, debe rever sus políticas de defensa porque tiene en sus entrañas al huevo de la serpiente”.

- Alfredo Bravo, diputado nacional: El socialista y dirigente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos reclamó la remoción del jefe del Ejército y aseguró: “Decir suavemente que lo que dijo Brinzoni es una expresión desafortunada, sería ser hipócrita. Es una de sus tantas expresiones que repite desde hace mucho tiempo. Espero que el ministro de Defensa no sea ja ja Jaunarena, y en vez de reírse proceda como corresponde”.

- Gabriela González Gass, secretaria de Desarrollo Social del Gobierno de la Ciudad: “Brinzoni debería ser removido ya mismo. Lamento profundamente que al frente del Ejército esté un hombre que pareciera no comprender nada de lo que pasó en la Argentina dos décadas atrás. Es una verdadera ofensa para las instituciones de una nación que sufrió mucho para poder superar una etapa cuyas consecuencias todavía padecemos. Pero los argentinos por suerte tenemos memoria y las reacciones de todos están a la vista”.

- Aníbal Fernández, ministro de la Producción: “No coincido con las palabras de Brinzoni, pero tengo entendido que, a lo mejor, el jefe del Ejército tendrá una posición personal sobre Galtieri que lo llevó a decir lo que dijo”. Consideró, sin embargo, que la actitud del jefe del Ejército “no es para echarlo”.

- Manuel Gaggero, abogado integrante de la Comisión de Derechos Humanos de la Asociación de Abogados de Buenos Aires: Presentó una denuncia ante la Justicia por apología del crimen contra Brinzoni. “Las palabras delimputado y el asentimiento de los oficiales presentes lesionan seriamente a la comunidad democrática argentina y constituyen una reivindicación del terror desatado desde el Estado en 1976 con sus secuelas de 30 mil detenidos desaparecidos y más de diez mil asesinados”.

- Daniel Goldman, rabino de la comunidad Bet-El: Envió una carta a Jaunarena en la que aseguró que el discurso de Brinzoni “confiesa, en definitiva, su sentido consecuente y funcional a la reivindicación del uso de la fuerza a los eventuales actos de represión contra el pueblo que surgen del desempleo y el hambre cotidiano”.

- Rosa Roisinblit, vicepresidenta de Abuelas de Plaza de Mayo: “Cuando vi en el noticiero los honores con los que estaban despidiendo a Galtieri y lo que dijo Brinzoni me desesperé. Los organismos de derechos humanos estamos pidiendo que Brinzoni sea destituido, creo que es lo menos que puede pasar porque ésta no es la primera vez, Galtieri era invitado a todos los actos oficiales cuando tendría que haber estado escondido en su casa por vergüenza. Lo que pasó es insólito. Es insólito que se reivindique el asesinato, la tortura, la desaparición de personas. Todo eso es lo que se reivindica diciendo que era un buen soldado”.

- Carlos Calmels, integrante del Centro de Veteranos de Guerra de La Pampa: “Te revuelve el estómago que se le rindan todos los honores en su muerte a alguien que hizo tanto mal. Con el pasar de los años y desde el Centro de Veteranos de La Pampa se fue dando la reivindicación de los que cayeron y globalizando los rencores y las opiniones personales en la cuestión Malvinas. No hay reivindicación porque recién después de Malvinas nos dimos cuenta de las situaciones que se vivieron”.

Las diputadas Nilda Garré e Inés Pérez Suárez anunciaron, por separado, que presentarán un proyecto para excluir a los jefes de la dictadura de ceremonias oficiales y privarlos de honores. Esto fue lo que sugirió Balza en una entrevista publicada por este diario ayer. El ex jefe del Ejército lo propuso al argumentar que Brinzoni se había amparado en que Galtieri había conservado su rango aún al haber sido condenado por la Justicia porque fue beneficiado con el indulto antes de que la sentencia estuviera firme. Pero aunque Brinzoni se refugie en el protocolo para homenajear a un dictador –gesto que fue acompañado por un aviso fúnebre del Ejército en La Nación–, políticos, funcionarios y dirigentes de organismos de derechos humanos entendieron que en este caso la forma fue un claro reflejo del fondo.

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El jefe del Ejército Ricardo Brinzoni habló ayer por Radio 10 para explicar sus dichos.
El ministro de Defensa, Horacio Jaunarena, sólo atinó a refugiarse en el silencio.
 
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