DEPORTES
Chela y Acasuso, por distintos caminos
Por Ignacio Naya
Desde Melbourne
Además Nalbandian, Juan Ignacio Chela y José Acasuso ampliaron la lista de argentinos clasificados para la segunda ronda del cuadro masculino del Abierto de Australia. Acasuso no necesitó derrochar demasiadas fuerzas para lograr su pase, ya que su rival abandonó por lesión. Chela, sin embargo, necesitó de dos sets para tomarle el ritmo al partido y derrotar 6-4, 3-6, 6-1, 6-0 al incómodo eslovaco Karol Beck .
“Al principio me molestaba mucho su juego –confesó Chela–. Me jugaba muy bajo y sobre mi revés. Por suerte me mantuve muy sólido y él bajó el ritmo en los dos últimos sets.”
El argentino se encuentra en una excelente forma. “Me gustaría llegar a la segunda semana”, aseguró un ambicioso Chela, que el año pasado cayó en segunda ronda con el estadounidense Pete Sampras. “Este año no está Sampras, así que espero mejorar mi actuación”, bromeó el jugador, que tendrá que enfrentarse al español Fernando Vicente.
Acasuso tuvo menos trabajo. Su rival, el francés Gregory Carraz, se retiró cabizbajo con problemas en el abdomen en el segundo set, cuando había ganado 7-5 el primer set y perdía 4-3 el segundo. “El siguiente partido será mucho más difícil”, aseguró un relajado Acasuso, que tendrá que enfrentarse al estadounidense James Blake por un puesto en la tercera ronda. “Ya le gané en polvo de ladrillo hace un par de años, pero entonces no era el jugador que es ahora”, advirtió. “Claro que yo tampoco lo soy. Los dos hemos crecido mucho en estas dos temporadas”.
Entre las mujeres, Clarisa Fernández logró el pase a segunda ronda al vencer 6-1, 7-5 a la austriaca Adriana Szili. “No fue un gran partido, fueron más los errores no forzados que los winners, pero es complicado encontrar el feeling después de tres meses concentrada sobre todo en el trabajo físico. De todas formas, lo importante en un primer partido es ganar”, dijo la argentina, que aseguró sentirse cómoda sobre el rebound-ace. “El polvo de ladrillo es la superficie donde mejor me encuentro”, reconoció la semifinalista de Roland Garros en 2002. “Pero estas canchas me gustan, la pelota pica alto cuando rebota y eso es bueno para nosotros, los argentinos”.
No lo fue tanto para Mariana Díaz Oliva, que perdió 7-6 (7-2), 6-2 ante la eslovaca Ludmila Cervanova, ni para Mariano Puerta, que cayó 6-2, 6-4, 6-4 ante el español Albert Montañés.