Las pruebas que le realizaron a Lionel Messi confirmaron que sufre un esguince de ligamentos laterales interno y externo del tobillo derecho que lo mantendrán fuera de las canchas como mínimo por diez días, según informó ayer el departamento médico del club catalán. Igual, el regreso exacto recién se conocerá a partir de la evolución que tenga, aunque por precaución su presencia en el amistoso ante Japón con la Selección Argentina ya no está asegurada.

“La resonancia magnética realizada confirma que el jugador sufre un esguince de ligamentos laterales interno y externo del tobillo derecho y no hay lesiones óseas asociadas”, indicó el parte médico que brindó el club catalán. Por lo pronto, Messi se perderá por lo menos los dos próximos partidos de la Liga, mañana ante el Sporting de Gijón y el sábado frente al Athletic de Bilbao. “Pero la evolución de su lesión marcará su disponibilidad”, aclaró el informe. Si todo marcha bien, el retorno podría darse el 29 de septiembre en Rusia, cuando los catalanes visiten al Rubin Kazan en un encuentro de la Champions League. La otra opción que figura hoy es el 3 de octubre, por la Liga, ante el Mallorca. Claro que para ello dependerá de la decisión del entrenador Josep Guardiola.

Los estudios preliminares, tras el golpe que le propinó el checo Tomas Ujfalusi en el encuentro que el Barça le ganó al Atlético de Madrid en el Calderón, habían determinado una distensión del ligamento lateral interno del tobillo derecho descartando una afección ósea, pero estimaban al menos dos semanas de inactividad. En cambio, los exámenes practicados ayer en el Hospital de Barcelona, adonde Messi acudió acompañado por su hermano Rodrigo, el médico del club, Ricard Pruna, y su fisioterapeuta, Juanjo Brau, confirmaron que la lesión era menos grave de lo que se temió en el primer momento.

Pero más allá de la resolución que tomen los catalanes sobre el regreso de Messi, esta lesión complica la idea de Sergio Batista de contar con el astro para el amistoso del 8 de octubre en Japón. Según adelantó el técnico interino de la Selección va a esperar los informes médicos para decidir sobre la situación de Messi. “Hablé con Lionel y tiene ganas de jugar, pero vamos a esperar para hablar con los médicos porque no queremos perjudicarlo de ninguna manera”, resaltó Batista, que además dejó en claro que no quiere ningún inconveniente con Barcelona por la eventual citación. “Vamos a esperar lo que sea necesario para no tensar la relación con el Barcelona, un club que siempre se portó muy bien con Argentina”, indicó Batista, que ya vivió una situación límite con el club catalán en los Juegos Olímpicos de Beijing. Aquella vez, el club recurrió al TAS para no ceder al jugador para un torneo Sub-23, pero luego, en un gesto de buena voluntad, lo dejó viajar a cambio de eximir al jugador de futuras convocatorias en compromisos menores. Claro que para la AFA no será un buen negocio, ya que la eventual ausencia de Messi significará dejar de cobrar 200 mil dólares del cachet pactado.

Mientras tanto, Ujfalusi volvió a pedir disculpas públicas por su violenta infracción. “Pido disculpas. Lo que pasó, pasó, y lo siento, pero no lo puedo cambiar. Le envié un mensaje a Messi pidiéndole disculpas y estoy bien porque ahora sé que no se rompió nada. Va a estar dos o tres semanas sin jugar, pero estoy tranquilo porque no fue mi intención hacerle daño”, señaló el defensor checo, que antes de este hecho no tenía antecedentes violentos en su carrera.