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La semana de trabajo se extiende en la misma intensidad que la ansiedad, de cara al superclásico del próximo martes. Con la fecha en marcha, Boca se prepara con miras al enfrentamiento ante River, lejos de la Bombonera. Por eso ayer se entrenó en Pilar para alejarse de la convulsión previa, mientras el entrenador Claudio Borghi analiza la posibilidad de realizar varios cambios para cuando el equipo salga a la cancha en el Monumental. Sin embargo, una molestia de Juan Román Riquelme alteró la paz.

Mientras el regreso de Riquelme era un hecho, una tendinitis aquiliana lo dejó en duda y ayer no le permitió terminar la práctica vespertina. Además, la otra incógnita radica en quién será el arquero, pues el DT evalúa la chance de reemplazar a Cristian Lucchetti por Javier García. El mal desempeño del ex Banfield le abrió la puerta al juvenil para que regrese al arco de Boca justo en un clásico.

Aún así, no es la única posible modificación en andanza. Otra es la conformación de la dupla delantera. Si bien Borghi pensó en cambiar la fórmula ofensiva y dejar de lado el tándem Lucas Viatri-Martín Palermo, para brindarle lugar a un atacante externo como Pablo Mouche, o sumar un mediocampista de creación, como Cristian Chávez, en caso de que juegue Riquelme, lo cierto es que por el momento el entrenador tiene en mente visitar a River con los dos delanteros que han venido siendo titulares a lo largo del Apertura. Méritos sobran: entre ambos cosechan once de los 16 goles del equipo.

Más allá de las posibilidades, las certezas de los cambios en relación con la derrota ante Argentinos por 2 a 0 de la fecha anterior son dos: en la defensa, Juan Manuel Insaurralde cumplió la jornada de suspensión y regresará por Enzo Ruiz, mientras que Jesús Méndez reemplazará a Gary Medel, ya que el chileno viajará para jugar en su selección.