En el comienzo de su camino por el Mundial de Clubes de Vóleibol, Bolívar superó ayer 3-1 a Paul Mitchell de Estados Unidos con parciales de 23-25, 27-25, 25-19 y 25-21, en el partido inaugural del certamen. El tetracampeón argentino se repuso después de un inicio irregular, que para su entrenador, Javier Weber, se debió a “los nervios ante la responsabilidad de ser favoritos”, y consiguió dar el primer paso en busca del título en Doha, Qatar.

“El equipo entró con mucha tensión. Esa responsabilidad de ser los candidatos en el partido siempre juega en contra. Después el planteo americano nos complicó un poco y tuvimos muchos errores no forzados. Además, la falta de precisión nos costó demasiado caro al principio. Con el correr de los minutos, los jugadores se fueron soltando y terminamos bien a nivel colectivo”, analizó el director técnico.

Bolívar fue de menos a más. Le costó acomodarse, pues los estadounidenses asumieron la iniciativa, pero luego una buena labor defensiva permitió la recuperación del conjunto bonaerense, que terminó ganando con cierta holgura. El goleador del equipo fue Federico Pereyra con 24 tantos. “Va a ser un campeonato complicado y hay que ir tomando confianza a medida que pasan los partidos”, señaló, con miras al próximo compromiso del grupo B, que lo enfrentará mañana a Trentino de Italia, campeón defensor, y luego a Dínamo de Moscú, el domingo, para cerrar la zona.

“Ahora la responsabilidad no va a caer sobre nosotros y eso nos puede favorecer. Vamos a jugar con el último en levantar la Copa, y con Dínamo de Moscú, que es uno de los mayores favoritos. Seguramente lo que viene va a ser diferente. Tenemos que estar más descontracturados y mucho más sueltos para poder meterlos bajo presión”, remarcó Weber.