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Luciano Leguizamón, quien el lunes convirtió el tercer tanto en la victoria 3-0 de Arsenal sobre Independiente, se transformó en el máximo goleador del club, que está a punto de cumplir una década en Primera. De goles habló con Página/12.

–Con 35 goles, superó por uno a un eterno goleador como fue José Luis Calderón.

–Es algo impresionante. No soy un goleador nato como sí lo fue Calderón. El tuvo una trayectoria increíble y supo convertir en todos los clubes por los que pasó. Hay que sacarse el sombrero ante un jugador con esas cualidades, que se mantuvo en vigencia durante varios años. En Arsenal fue un pilar para que sea hoy un equipo respetado. Pero ahora el turno para disfrutar de las estadísticas es mío. No es sencillo alcanzar esa cifra cuando uno no vive del gol. Aun así se disfruta, y tiene que servir de impulso para romper la barrera de los 35. Voy a buscar que ese honor no me lo saque nadie.

–Luego de los pasos en falso en River y Gimnasia, ¿qué cambió para que otra sea su historia en Arsenal?

–En lo personal existe una madurez que te brindan los años y las temporadas dentro de la cancha. El tiempo permite acumular experiencia y así entender el juego de otra manera. Creo que fui encontrando el lugar preciso en donde pararme en la cancha y cómo asociarme con mis compañeros. Por otro lado está el buen momento que pasa el plantel en el que a uno le toca jugar. Arsenal halló una tranquilidad para no volverse loco, y esa seriedad que consiguió y mostró desde que está en Primera, a sus jugadores le sienta mejor. Esa calma no existía en Gimnasia. No fue del todo bueno el trato y me fui por una boludez que para ellos era de vida o muerte. Tampoco logré mostrarme como hubiese querido en River. Fueron pocas las chances que aproveché.

–En 2009 disputó una temporada en el fútbol de Arabia Saudita. ¿Aprendió algo?

–Fue más una experiencia de vida que futbolística. Me brindó más conocimiento como persona que para adquirir alguna destreza dentro de la cancha. Creo que fue importante porque me fui de una manera del país y volví con otro semblante. Me fui a un fútbol desconocido y no quise de- saprovecharlo, con la intención de mostrarme y pegar un salto de calidad hacia Europa. Pero no se dio y recalé otra vez en Arsenal.

Entrevistó: Matías Quercia.