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“No hay razones para creer que la FIFA pueda limpiar su propia corrupción.” Miembro del Comité Olímpico Internacional (COI) y ex presidente de la Agencia Mundial Antidoping, el canadiense Richard Pound sintetizó el pesimismo existente en el ambiente deportivo internacional sobre la transparencia de la máxima entidad del fútbol, tras los últimos escándalos en la concesión de las sedes de los mundiales de 2018 y 2022 y la reelección de su presidente, Joseph Blatter. Para Pound, la gente ya no cree que sea capaz o que siquiera pretenda enfrentar los problemas de corrupción que están saliendo a la luz, según afirmó en la inauguración de la séptima conferencia Play the Game, sobre los problemas del deporte a escala planetaria, en Colonia (Alemania).

“A la FIFA ya no le creen cuando dice que reconoce los problemas que tiene, la voluntad para resolverlos, que quiere ser transparente y que su conducta en el futuro hará que la gente recupere su confianza. No creo que se justifique tal confianza”, criticó con dureza el dirigente.

“Tuvimos ese problema en el COI –recordó Pound– y lo resolvimos apelando a la credibilidad de terceras partes, entidades en las cuales el público tiene confianza. Y esto que pasó con FIFA es mucho más serio que la conducta impropia de unos pocos miembros del COI” en la elección de Salt Lake City para los Juegos Olímpicos de Invierno de 1999.

“Si tuviera que aconsejar a la FIFA, les diría que tomasen las mismas medidas. El riesgo de no hacerlo es que, de ahora en más, nadie tomará en serio el resultado de nada que se haga. Y una parte del problema es que nadie sabe qué está haciendo FIFA”, señaló.

Pound no cree que para lidiar con la corrupción en el deporte sea precisa una organización al estilo de la WADA, especializada en la lucha contra el doping. “El rango de posibilidades (de casos de corrupción) es mucho más grande que el problema del doping. Se necesita mucha mayor destreza y experiencia para lidiar especialmente con la corrupción internacional en el deporte.”