DEPORTES › ESTA VEZ NO LE PUDO GANAR A TALLERES

River no tuvo tanta suerte

El domingo había vencido 3-1 a los cordobeses por el Clausura, pero anoche, en el debut en la Libertadores, apenas si sacó un palidísimo empate. Ni Esnaider ni Fonseca lograron destacarse.

 Por Adrián De Benedictis

River debutó en la Copa Libertadores, el torneo que más desea ganar en este 2002, pero volvió a ofrecer el mismo juego opaco que mostró el domingo, ante el mismo rival, Talleres, y aun con caras nuevas, no pudo doblegar al equipo cordobés, que terminó siendo el dueño en la noche de Núñez.
El técnico de River, Ramón Díaz, preparó para el debut en la Libertadores un nuevo sistema táctico, con tres defensores, tres volantes de marca, un doble enganche (la novedad) y dos delanteros de punta. Pero River se complicó desde el arranque, ya que Talleres presionó sobre la salida de los defensores locales, que precisamente mostraron muchas dudas. En los primeros instantes, el conjunto cordobés fue el que estuvo más cerca del arco rival, aunque carecía de profundidad para probar a Comizzo. Hasta ese momento, River se había acercado a Cuenca solamente con un zurdazo de D’Alessandro que se fue lejos, luego de un centro de Ortega desde la derecha.
Talleres generó a los 13 la jugada más clara en ataque en el primer tiempo: Ojeda ejecutó un tiro libre que Comizzo rechazó por encima del travesaño. El planteo cordobés consistía en jugar sobre la izquierda con un triángulo que formaban Salas, Sarmiento y Astudillo.
Como Ortega y D’Alessandro no llegaban a encontrarse en el centro del campo, River buscó con las subidas de Coudet y Zapata por los laterales. De esa manera Cavenaghi estuvo cerca de convertir pero Cuenca le tapó el mano a mano. Recién a los 25 River se adelantó, D’Alessandro y Ortega se adueñaron algo más de la pelota, y Esnaider estuvo cerca de marcar pero no llegó a conectar un centro desde la derecha. Mientras pasaban los minutos, Talleres probaba con tiros desde lejos. Solamente a los 45, también por arriba, River estuvo cerca pero Lequi falló el cabezazo.
En el complemento, River salió con más decisión pero siguió chocando con la ordenada defensa cordobesa. Como no podía entrar por el medio, abusó del pelotazo para la cabeza de Esnaider, que no gravitó. Precisamente, tuvo una gran oportunidad pero el centro de Ortega le dio en la cara y Cuenca retuvo el balón.
Mientras se consumía el partido, Talleres le quitó la iniciativa a River y terminó exigiendo a Comizzo en más de una oportunidad. En ese marco, el que más buscó fue Perico Ojeda, que terminó siendo la figura del encuentro. Ni siquiera Fonseca o el Chori Domínguez pudieron alterar el desarrollo del partido.

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