La onda positiva que traía Racing, con la victoria ante Patronato en la Copa Argentina y el triunfo ante San Martín de San Juan, sufrió un duro revés, que frenó la minirracha. Con mucha practicidad y contundencia, Lanús desnudó todas las falencias defensivas del equipo de Zubeldía y lo dejó expuesto en poco más de media hora. El 3-1 final quedó corto ante el rendimiento que mostraron ambos equipos.

Un corner desde la izquierda de Valeri encontró muy libre a Izquierdoz, que metió un violento cabezazo para vencer a Saja y darle la primera ventaja al equipo local. Si bien el trámite era parejo de tres cuartos de campo, la diferencia sustancial estaba en el área: cada vez que llegaba, Lanús generaba mucho riesgo y sacaba a la luz los errores de Racing. Por el contrario, del otro lado el equipo de Avellaneda apenas inquietaba a Marchesín. De esa forma, no sorprendió que Pavone anotara el segundo al recibir adelantado por la derecha y definiera al primer palo de Saja.

El intento de Racing por adelantarse no tuvo demasiado éxito. Con espacios, Lanús se sintió muy cómodo y pudo aumentar dos veces a través de Pavone, pero en la primera su definición cruzada salió apenas afuera y en la segunda el palo le negó la conquista. Los avisos no alertaron a Racing, que no supo modificar a tiempo. Por eso, Romero aprovechó un pase de Ledesma para definir con enorme jerarquía ante la salida de Saja. Por más que quedaba bastante, el gol significó el cierre del partido. Racing nunca reaccionó y sólo llegó al descuento por una jugada afortunada, con un remate de Viola que se desvió en un defensor y sorprendió a la pobre reacción de Marchesín. Pero estaba claro que Racing ya sabía que había vuelto a su pobre presente.