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Primero con el traje, después con el overol. De esa manera se puede sintetizar el triunfo de San Antonio y, en especial, la actuación de Emanuel Ginóbili en la victoria 94-82 sobre Phoenix Suns que le dio a los texanos la ventaja 3-2 en la serie por los cuartos de final del Conferencia Oeste de la NBA. Es que en el primer tiempo, los Spurs y Ginóbili demostraron toda su jerarquía para sacar 24 puntos de diferencia, pero luego debieron sufrir cuando los visitantes se acercaron en marcador. En ese pasaje fue clave el aporte del argentino, que finalizó el partido con nueve rebotes, ocho de ellos en defensa, su mejor marca desde que llegó a la liga. En 28 minutos logró además 4 puntos, con 1-3 dobles y 2-2 libres, 3 asistencias, 2 robos y cometió 4 pérdidas.
La primera aparición de Ginóbili se produjo a falta de 5:35 para el cierre del cuarto inicial, cuando ingresó por Bruce Bowen y los Spurs apenas ganaban por tres. Y el bahiense se hizo notar casi de inmediato: recibió en la esquina izquierda, simuló un lanzamiento de tres que obligó a un estéril vuelo de Shawn Marion y anotó un doble desde seis metros. En la siguiente posesión habilitó a Malik Rose para conseguir la primera asistencia. Además, en su tablero capturó dos rebotes y provocó una falta de ataque de Johnson. A falta de tres segundos convirtió dos libres.
En el segundo cuarto, la maquinaria de los Spurs siguió funcionando a la perfección, sustentada por la sensacional tarea de Rose. Con el argumento de hacerle llegar la pelota a sus internos, San Antonio sacó veinte. El retorno al juego del argentino se produjo cuando restaban 2:36 y los Spurs habían entrado en un pequeño bajón. Una asistencia y un rebote defensivo fue su aporte. Los Spurs, 24 puntos arriba en el entretiempo.
Sin embargo, todo cambió en el segundo, tanto para los Spurs como para Manu. Con un parcial 10-0, Phoenix se metió nuevamente en juego. Tres pérdidas casi consecutivas desde el ingreso de Manu complicaron aún más el panorama. Recién sobre el final del parcial, Ginóbili y su equipo se levantaron para recuperar la ventaja, aunque nunca más pudieron lucir como al principio. A esa altura y hasta el final del juego, el escolta argentino resultó vital por su actitud defensiva consiguiendo en total ocho rebotes, una tapa y dos robos, además de provocar varias pérdidas. Su déficit fue en ataque, ya que ni siquiera tiró al aro en todo el segundo tiempo.