EL PAíS
El socialismo lanzó la autocrítica ante el desastre de sus resultados
El paupérrimo 1,13 por ciento obtenido por la fórmula Bravo-Giustiniani desató el debate interno en el socialismo. La política de alianza con Elisa Carrió y la actitud a tomar frente al ballottage son los ejes que seguirán discutiendo en los próximos días.
Por Eduardo Tagliaferro
El listado de derrotados en las elecciones del último domingo es largo. Aunque las expectativas de los socialistas nucleados en el PS no aparecían como desmesuradas, el insignificante 1,13 por ciento de votos que obtuvieron a nivel nacional vaticina un largo debate. En parte, esa discusión comenzó ayer con la reunión de la mesa partidaria, de la que participan los candidatos Alfredo Bravo y Rubén Giustiniani y los diputados Jorge Rivas y Oscar González. Para colmo de males, en Santa Fe, plaza fuerte del partido fundado por Juan B. Justo, los resultados fueron catastróficos. El promedio en toda la provincia rondó los 1,60 punto, cifra muy lejana a los 25,11 obtenidos por su ex aliada, Elisa Carrió, quien no dudó en afirmar que “en Rosario la gente le dio la espalda” a Rubén Giustiniani, al que la chaqueña responsabilizó por la ruptura con el ARI.
Con la firma del intendente de Rosario, Hermes Binner, la Junta Ejecutiva del socialismo santafesino desligó a Giustiniani de la decisión del PS de abandonar el ARI. Recordaron que la medida fue tomada “por los cuerpos orgánicos”, en “decisión unánime de sus 34 miembros”. En la respuesta tampoco pudieron evitar volver sobre una de las principales críticas que le endilgan a la candidata: “Ser informados por los diarios”. El propio Giustiniani se mostró sorprendido por los dichos de Carrió. Tanto él como la junta partidaria coincidieron en que su afirmación “no condice con la realidad”. El mismo domingo, con los resultados todavía calientes, consultado por la edición rosarina de Página/12, Binner señaló que “no puede haber ningún arrepentido porque nosotros hicimos todo lo posible para llegar a un acuerdo con el ARI”.
“El mesianismo, el dogmatismo, hacer primar la lógica de los partidos por sobre la lógica de la sociedad civil, la impericia, la insensatez y la desinteligencia”, son algunos de los errores a los que Rivas les pone nombre cuando Página/12 le pide precisiones. Claro que para el bonaerense estos errores no son exclusivos del PS, sino del centroizquierda en su conjunto. No duda incluso en reconocer que “la fórmula fue buena, pero no la mejor”. Rivas se explaya y recuerda que esta opinión fue compartida por la mayoría de los que asistieron al congreso partidario en el que se eligió a los candidatos.
“En ese momento casi la totalidad de los congresales de la provincia de Buenos Aires propusimos a Binner. Sin embargo, se privilegió una fórmula que cohesionara al partido en lugar de pensar en la oferta que se le hacía a la sociedad”, concluye Rivas. No son pocos los que comparten esas definiciones del legislador bonaerense, y hasta el momento candidato a gobernador por el socialismo. Repiten que no se trata de pelearse con la sociedad ante los pobres resultados obtenidos y que deben profundizar una fuerte autocrítica.
En este punto, para algunos socialistas, impulsar el voto en blanco o la abstención sería “continuar con el mismo error que se cometió en la campaña”. Palabras más, palabras menos, eso fue lo que señaló González. El diputado capitalino dijo que “el centroizquierda debe reagruparse sin perder un minuto”. Por lo pronto los socialistas también deberán definirse sobre qué hacer frente a la segunda vuelta electoral en la que se elige Presidente. “Convocar a votar en blanco es reiterar los mismos errores que cometimos en la reciente campaña electoral”, dijo Rivas a este diario. Para el legislador, el PS debe poner toda su fuerza para derrotar a Carlos Menem en los próximos comicios.
“Sería lógico que el socialismo favoreciera la candidatura de Néstor Kirchner”, adelantó González en la misma línea que Rivas. A título personal, sostuvo que “Kirchner no es lo mismo que Menem, del mismo modo que Aníbal Ibarra, en la Ciudad de Buenos Aires, no es lo mismo que Mauricio Macri”. Parte de esa discusión comenzó ayer en la sede partidaria de Entre Ríos al 400. La mesa socialista deberá convocar para la semana que viene a una reunión de comité y éste a su vez llamar al congreso del partido. Aunque en el círculo más cercano a los candidatos no se mostraban entusiasmados con la convocatoria al congreso, lo cierto es que no sólo los apremian los tiempos electorales sino la necesidad de revisar algunos de los postulados que los condujeron a tan mala performance. Cómo desandar la escalada verbal que los distanció de Carrió será uno de los principales obstáculos a los que se enfrentarán. Quizá las elecciones bonaerenses les brinden la oportunidad de acercar posiciones. Por el momento, en privado, son varios los que privilegian una convocatoria que supere los estrechos márgenes partidarios.