Primero fue Federico Molinari, con su histórica clasificación a la final de anillas. Y ayer, el turno de hacer historia en una disciplina no tradicional para el país fue para Germán Lauro. El oriundo de Trenque Lauquen finalizó sexto con una marca de 20,84m (record nacional) y se convirtió en el primer argentino en la historia de los Juegos Olímpicos en ganar un diploma en lanzamiento de bala. “Estoy muy feliz, estábamos para esto”, señaló Lauro. El campeón y medalla de oro fue el polaco Tomasz Majewski, con 21,89 metros, que repitió su título de Beijing 2008.

“Estar en semejante nivel y competir de cerca con los mejores del mundo es algo que a uno lo pone muy contento. Una final olímpica es algo indescriptible”, aseguró Lauro en diálogo con la agencia Télam tras su consagratoria actuación. Es que el lanzador marcó ayer un antes y un después en la disciplina: a los 28 años, si bien no logró ninguna medalla, obtuvo un meritorio sexto puesto y, por ende, un diploma, algo inédito para la disciplina en el país. “Después de esto me voy a poner a planificar para los Juegos de Río. Mis rivales me felicitaron por mi nuevo record nacional, lo que quiere decir que ya te tienen en consideración. Uno se va metiendo en este grupo, que realmente lo integran muy pocos”, indicó.

Por la mañana, Lauro, plata en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 y ocho veces campeón argentino, registró 20,75m, que ya representaba un nuevo record argentino. Fue uno de los cinco atletas que pudieron superar la marca que entregaba el pasaje directo a la final; los otros siete llegaron por su orden de clasificación, con un registro menor. Sin embargo, lejos de conformarse, fue por más y quebró dos veces su propia marca de la mañana: en el segundo lanzamiento con 20,82m y en el tercero con 20,84m, ante la locura de su entrenador Carlos Llera, que lo aplaudía desde la platea, en donde también estuvieron alentando Emanuel Ginóbili y Andrés Nocioni. Con ese registro en la final, Lauro pasó el filtro de los primeros tres lanzamientos. Entre los ocho mejores, el bonaerense ya no logró superarse y se quedó con el sexto puesto. “Es una experiencia espectacular. Arrancamos el día bien y lo terminamos mucho mejor”, señaló el bonaerense, emocionado. “Esto es una felicidad enorme. Se sufre mucho para poder entrenar y estar en las mejores condiciones. Que se logren los resultados de esta manera a uno lo pone muy feliz”, agregó Lauro, que superó su actuación en Beijing 2008, donde había concluido en el 32º lugar.