La definición tendrá una gran carga emotiva entre dos de las mayores potencias del hockey mundial de la última década. Argentina ganó de local el Mundial de Rosario 2010 al vencer a Holanda en la final. Pero Las Leonas nunca pudieron conseguir el oro olímpico y cuando estuvieron cerca, perdieron en la definición ante Australia en Sydney 2000. Hoy tendrán la chance de lograr esa medalla tan deseada.

En Atenas 2004 y Beijing 2008, Las Leonas se quedaron con el bronce, mientras que Holanda se consagró con el título olímpico hace cuatro años. “Ese equipo era imbatible”, asegura la capitana argentina, Luciana Aymar, que ahora considera a Holanda un rival “muy fuerte”, aunque también señala que tiene “muchas jugadoras jóvenes”.

Para Aymar, que hoy cumple 35 años, ésta será la última posibilidad de abrazar el único título que no pudo conquistar a lo largo de su exitosa carrera. “Ahora me veo muy diferente respecto de aquella final en Sydney 2000. Igual, todavía no caigo, no me doy cuenta dónde estamos. Una definición olímpica otra vez es increíble”, asegura la capitana de Las Leonas, la única sobreviviente de aquel equipo.

“Hoy tengo otra experiencia, soy muy mucho más grande, manejo otra madurez... Ojalá se nos dé en la final”, se ilusiona. “Si estamos nerviosas, no hay magia; y cuando estamos tranquilas, aparece el equipo. Lo más duro ya lo hicimos, ahora hay que soltarse”, repite.

“Estamos a un paso de la gloria eterna. No vinimos acá por la medalla de plata, vinimos por el oro”, aseguró Retegui, que confía en sus dirigidas, pero también intenta restarles presión: “Cualquiera sea el resultado, nada va a opacar lo que hicieron Las Leonas hasta acá”.

Retegui adelantó que la estrategia ante Holanda será “cortar el circuito de pases, no hacer corners y defender con ojos abiertos. Ese será nuestro planteo, además de pensar en jugar con la pelota, con ritmo, dinámica y presión. El equipo tiene que vivir la final con alegría”, dijo.

Holanda busca la perfección tras el sufrido triunfo en semifinales ante Nueva Zelanda por penales. El prestigio naranja viene labrándose desde hace 40 años, lapso en el que fueron oro en los Juegos Olímpicos de Los Angeles 1984 y Beijing 2008 y ganaron seis de los últimos 12 Mundiales. En Holanda, el hockey se vive como en la mayor parte del planeta se vive el fútbol: con pasión popular. A eso se le suma el gran éxito, lo que transforma cada torneo en una olla a presión. “Creo que las expectativas son algo que crea el público. Nosotros intentamos ser un equipo muy humilde”, dice el argentino Maximiliano Caldas, que es el seleccionador holandés desde 2010. “Respetamos mucho a los demás equipos. Preparamos los partidos de la misma manera, siendo Bélgica o Argentina el rival, porque todos merecen nuestro respeto.”

Las Leonas están hambrientas y Sofía Maccari avisó que van a “dejar todo” en el césped del Riverbank Arena para quedarse con el único título que les falta: “Somos los dos mejores equipos. Tenemos una medalla, pero queremos el oro, vamos por eso. Nuestro argumento es el corazón y una mística que no tiene nadie”.