Apenas algunas apariciones aisladas de Lionel Messi, otros toques de distinción de Sergio Agüero y la seguridad del arquero Sergio Romero son los pocos aspectos rescatables que se trajo la Selección Argentina de su amistoso ante Arabia Saudita, que finalizó 0-0 pero bien pudo ser derrota. El equipo de Alejandro Sabella mostró problemas de entendimiento y sincronización, sobre todo en defensa, que le provocaron algunos sobresaltos. De los nuevos jugadores que probó el entrenador, ninguno pudo escaparse de la mediocridad que mostró el equipo.

A lo largo del compromiso, el batallador y rápido aunque limitado conjunto árabe volvió a desnudar las debilidades defensivas con las que viene penando Argentina y que a Sabella le cuesta solucionar. Para colmo, la ausencia de Gonzalo Higuaín le quitó mucho peso ofensivo y poder de definición. Su reemplazante en la nómina, aunque más retrasado en el terreno, Eduardo Salvio, tuvo tres combinaciones buenas con Messi, pero falló en el momento de definir tras una gran jugada del crack del Barcelona sobre el final del primer tiempo. Tino Costa, otro que tenía un examen especial, no pesó en el juego y su presencia pasó inadvertida.

La abulia de la etapa inicial la quebró sorpresivamente el conjunto local, guiado por el holandés Frank Rijkaard, el mismo que hizo debutar a Messi en el Barcelona. Los árabes se cerraron atrás y aprovecharon la velocidad que suelen tener para meter pelotazos a los dos puntas a las espaldas de Mascherano y Tino Costa, complicando a los centrales Federico Fernández y Fabricio Coloccini. Y a los laterales también les costó con la velocidad de Al Sahlhawi y Al Shamhrani ante los lanzamientos de Al Bishi y Al Harbi.

Justamente uno de esos pelotazos llevó a Al Shamrani a ganarle las espaldas a los defensores argentinos y cruzar un disparo que Romero logró desviar y permitió que Fernández terminara de evitar el peligro. Y sobre los 27, un tiro libre frontal terminó con un cabezazo de Al Shahrani que se le metió por arriba a Romero, aunque una dudosa posición adelantada marcada por el línea evitó el gol de los saudíes.

El trámite no varió demasiado durante la segunda mitad. Argentina continuó con su tenencia inofensiva y sin cambio de ritmo, salvo cuando encaraba Messi, por lo que Arabia Saudita no pasó grandes inconvenientes. Y de contragolpe pudo lastimar, con una chance de Al Sahlawi que Romero tapó a medias y que Coloccini despejó sobre la línea. Con los ingresos de Augusto Fernández y Franco Di Santo, Argentina tuvo un poco más de movilidad, pero no alcanzó para inquietar al fondo árabe. Apenas pudo generar algunas acciones aisladas, producto más de la inspiración de Messi que de un juego asociado. Por eso, no tuvo el volumen de juego necesario para quebrar la defensa de un equipo apenas voluntarioso. Así se cerró el partido y el año para la Selección, con un rendimiento que no dejó demasiado para el análisis, más allá de los dólares que ingresaron en las arcas de la AFA por este amistoso.

0- ARABIA SAUDITA

Abdullah; Al Shahrani, Hawsawi, Al Bishi, Al Harbi; Khariri, Al Dosari, Alfarraj, Al Jassim; Al Shamrani, Al Sahlawi.

DT: Frank Rijkaard.

0- ARGENTINA

Romero; Zabaleta, F. Fernández, Coloccini, Rojo; Salvio, Mascherano, Costa, Di María; Agüero, Messi.

DT: Alejandro Sabella.

Estadio: Rey Fahd (Riad).

Arbitro: Ali Hasan Abdulnabi (Bahrein).

Cambios: 45m A. Fernández por Costa (A) y Di Santo por Salvio (A); 48m Ateef por Alfaraaj (AS); 60m Sufyani por Al Sharhari (AS); 66m Alnahly por Hawsawi (AS); 83m Almuwallad por Al Sahlawi (AS).