Existe la posibilidad cierta de que, en los próximos años, el disfrute futbolero pase, entre otros, por el Bayern Munich y el Borussia Dortmund (foto), además de la llegada de Josep Guardiola como entrenador al equipo que acaba de golear a Barcelona. Y la cosa no pasa, por supuesto, ni por el 4 a 0 ni por el 4 a 1. No se trata de sacar conclusiones desde los resultados.

Con otros parámetros futboleros, en especial respecto del Barça, pero totalmente válidos, los alemanes apabullaron a catalanes y madrileños. Barcelona conservó su histórico porcentaje en la posesión de la pelota –poco más del 60 por ciento–, y su honestidad perdedora durante y después del partido.

Es bastante probable que quienes durante varias temporadas disfrutamos de la Liga española, y en especial del Barça y de algunos otros cuadros que en España por lo menos intentan lo que en fútbol debe intentarse, tengamos de aquí en más al torneo alemán –en especial al Bayern y al Borussia– un lugar de buen entretenimiento futbolero. Diferente a Barcelona, pero muy parecido al fútbol que le gusta a la gente. Por aquello de que hay una sola manera de jugar al fútbol: ¡bien!