Viernes, 26 de abril de 2013 | Hoy
EL PAíS › CFK Y DILMA ROUSSEFF DESTACARON LA IMPORTANCIA DE FORTALECER EL DIALOGO BILATERAL
La Presidenta recibió a su par de Brasil en la Casa Rosada. Ambas coincidieron en la necesidad de profundizar el vínculo entre Argentina y Brasil ante “las dificultades del mundo desarrollado”. Hablaron de la minera Vale, la industria automotriz y el Mercosur.
Por Nicolás Lantos
Las presidentas de Brasil y la Argentina coincidieron ayer en la importancia de sostener el diálogo y la integración para fortalecer tanto la economía de ambos países como la estabilidad política en toda la región. Fue en el marco de la primera de una serie de reuniones bilaterales trimestrales que habían acordado Cristina Fernández de Kirchner y Dilma Rousseff a fines del año pasado en Brasilia y que, luego de algunas demoras, se llevó a cabo ayer en Buenos Aires. La brasileña arribó a la Casa Rosada poco después del mediodía y durante la tarde se sucedieron reuniones, primero entre las dos mandatarias a solas, luego con diversos equipos de gobierno: los temas principales fueron el intercambio comercial, la complementación de la industria y la tensa relación entre la minera brasileña Vale y el gobierno nacional. La situación del Mercosur y la Unasur, luego de las elecciones en Paraguay y en Venezuela, también formó parte de la agenda.
“Cada vez más integración es nuestra respuesta a la crisis. De ahí la importancia que le damos a la relación bilateral”, resumió Rousseff durante el mensaje conjunto que ambas jefas de Estado dieron a la prensa luego de la jornada de reuniones y antes de compartir una cena de protocolo en el Museo del Bicentenario, ubicado detrás de la Casa de Gobierno. Por su parte, Fernández de Kirchner acotó: “Pasamos revista a toda la relación bilateral en materia de desarrollo y financiamiento y a las dificultades que hoy atraviesa el mundo desarrollado”.
Según la Presidenta, el panorama global actual “exige por parte de ambos países esfuerzos para enfrentar estas dificultades que tenemos los países emergentes, que en las últimas décadas hemos sostenido el crecimiento económico global”. En ese sentido, la brasileña destacó “la importancia que Brasil y la Argentina tienen en esta región del mundo, donde tienen un rol muy importante” que excede a los dos países en la “búsqueda del desarrollo, compartiendo intereses comunes como la democracia, justicia social y la inclusión”.
Rousseff arribó al sector militar del Aeroparque Metropolitano minutos después de la una del mediodía. Allí fue recibida por el embajador de Argentina en Brasil, Luis María Kreckler, y su par brasileño en Buenos Aires, Everto Vieira Vargas, quienes la acompañaron hasta la Casa Rosada. La comitiva brasileña estaba conformada por el canciller Antonio Patriota; el ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Fernando Pimentel; la ministra de Comunicación Social, Elena Chagas; la secretaria de Comercio Exterior, Tatiana Prazeres; el viceministro de Finanzas, Nelson Margosa; el asesor presidencial para temas internacionales, Marco Aurelio García, y la presidenta de Petrobras, Graca Foster, entre otros funcionarios.
Los visitantes fueron recibidos por CFK en el Salón de los Pintores y luego ambas mandatarias subieron al despacho presidencial, donde almorzaron a solas durante algo más de una hora. Luego pasaron al Salón Eva Perón, en el cual continuaron con el diálogo, ahora con la participación de funcionarios de diversas áreas que ingresaban y se retiraban de la sala de acuerdo con los temas que se iban sucediendo.
Uno de los temas centrales del encuentro fue la situación de la minera Vale, de capitales brasileños, que luego de comenzar una mina de potasio en Mendoza con inversiones previstas por seis mil millones de dólares, ahora quiere retirarse del negocio. Según pudo averiguar Página/12, Rousseff se comprometió a mediar con los titulares de la firma. “El diálogo es el mejor camino para encontrar soluciones y es por eso que tenemos la seguridad de que la empresa encontrará el camino para construir el mejor acuerdo con las autoridades argentinas”, manifestó.
Otro punto fuerte estuvo relacionado con la industria automotriz que ambos países comparten y con la necesidad de agregarles más valor a las partes producidas en la región y equilibrar la balanza comercial entre Argentina y Brasil, cuyo resultado está íntimamente ligado a este rubro. En ese sentido, se avanzó en la confección del Pacto Automotor Común destinado a reducir el desequilibrio en el próximo lustro. Para avanzar en los puntos inconclusos, cuadros técnicos de los dos países se reunirán la semana próxima en Montevideo.
Por último, Rousseff y CFK se refirieron a la integración regional, luego de que se sortearan con éxito las elecciones presidenciales en Paraguay y Venezuela. “Las relaciones de Brasil y Argentina son fuertes e inamovibles, basadas en la certeza de que juntos, con voluntad política, haremos todo más y mejor”, celebró Rousseff por la noche, en el brindis que dio durante la cena. “Esta alianza ha sido un factor de progreso y estabilidad no sólo para los dos países, sino también para Sudamérica y América latina”, concluyó.
Al respecto, Fernández de Kirchner propuso “una nueva reformulación de la alianza estratégica” atenta a los nuevos tiempos que corren, “de una manera más densa o profunda”, que incluya coordinar esfuerzos en “investigación, en ciencia, en tecnología, en conocimiento, para realmente conducir al conjunto de la región a un nuevo modelo de integración”.
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