DEPORTES › RACING Y CHACARITA NO TIENEN PERMISO PARA GANAR
Era su penúltima oportunidad
Arrancó para partidazo, con Chaca dos goles arriba, pero Racing remontó con dos cabezazos. En el segundo aflojaron y terminó aburrido.
Los dos siguen sin ganar. Racing hacía nueve que no triunfaba; Chaca, diez –y sin hacer un gol en los últimos cinco– estaba aún peor. Anoche no pudieron romper con la malaria, aunque insinuaron, sobre todo los visitantes y en el primer tiempo, que la cosa podía ser mejor. Al final fue empate: Mignini y Delgado sacaron ventaja para los funebreros, Arce y Amarilla, con sendos cabezazos, salvaron a La Academia.
Chacarita y Racing no parecían prometer un partido demasiado interesante en la previa. Sin embargo, más allá de su presente reflejado en pocos puntos y malos resultados –sobre todo Chaca, una campaña muy opaca–, los dos ofrecieron un primer tiempo muy entretenido. Superado el temor de la suspensión por falta de luz, ya que Ruscio y los arqueros vacilaron mientras no terminaban de encenderse todos los focos, arrancaron con todo, mirando ambos el arco de enfrente. Y Chacarita pegó primero y mejor, ya que antes que Racing se acomodara en el campo ya le había hecho dos goles, esos mismos que hacía más de 400 minutos que se le negaban...
El primero, a los 7, fue una definición precisa de Mignini al recoger un centro atrás con mucha libertad y colocarla a la derecha de Campagnuolo; el segundo, cuatro minutos después, fue un tiro libre desde la izquierda que bajó el pelado Furios para Delgado que llegó libre por el medio y la colocó arriba. 2-0 y Racing no daba señales de vida.
Pero el partido era de ida y vuelta y a partir del cuarto de hora el local empezó a llegar por derecha y los centros y corners complicaban. De uno de ellos descontó Arce, con un cabezazo preciso y precioso a los 26 y tuvo un par más que se fueron por poco. El segundo fue mucho más flojo, pese a que el empate de Amarilla al minuto prometía más. Pero aflojaron los dos. Racing estuvo más cerca en dos aproximaciones de Rueda –flojito– y Chaca tuvo una sola, con Romero. Al final, reparto sin dolor.