El remate decisivo: Maxi Rodríguez convierte su segundo penal ante Orion y Newell’s es semifinalista.

Se necesitaron 26 penales para determinar al semifinalista argentino en la Copa Libertadores, luego de 180 minutos sin goles. Gracias a la atajada de Nahuel Guzmán sobre el remate de Juan Manuel Martínez y el derechazo alto de Maxi Rodríguez al ángulo derecho de Orion, Newell’s le ganó 10-9 a Boca en la definición y así logró la clasificación para la próxima instancia.

Los noventa minutos no dejaron mucho para el análisis. Newell’s salió a buscar la victoria desde el inicio, pero se topó con un Boca especulador y sereno, que jugó el partido que le convenía. De esa manera no pasó grandes sobresaltos y, por más que tuvo mucho menos tiempo la pelota que su rival, generó las ocasiones de gol más peligrosas del partido, con dos cabezazos de Blandi: el primero lo salvó Milton Casco sobre la línea. Y el segundo pegó en el palo izquierdo del ya vencido Guzmán. Por el contrario, el equipo rosarino monopolizaba la pelota y sumaba más gente en ofensiva, pero no generaba peligro frente al arco de Orion.

Pero del palo que evitó el gol de Boca salió un despeje que terminó en la expulsión de Clemente Rodríguez, que recibió la amarilla por su empujón a Maxi Rodríguez y la roja por pechear al árbitro Delfino. Ahí se terminó de definir el planteo, ya que Bianchi sacó a Blandi para rearmar la línea de cuatro y dejó al equipo sin delanteros. Ya no había ninguna duda de que la apuesta de Boca eran los penales. Por inercia, Newell’s fue a buscar hasta el final, pero apenas arrimó con un centro de Cáceres que se desvió en Zárate y obligó a una buena intervención de Orion.

Entonces llegó una serie de penales emocionante, cambiante, inolvidable. Siempre pareció que Newell’s podía quedarse con el pase, sobre todo a partir del primer remate, cuando Guzmán adivinó el tiro al medio de Riquelme. Así pasaron las conversiones de Scocco, Chiqui Pérez, Vergini, Juan Manuel Martínez, Maxi Rodríguez y Somoza, hasta que Cáceres reventó el palo, para que la serie quedara igualada. Caruzzo pudo poner adelante a Boca, pero disparó desviado. Y de inmediato, Urruti dilapidó la primera chance de definición con un anunciado tiro que atajó Orion. El propio arquero adelantó a Boca, pero Casco, con un remate que tocó el travesaño, volvió a empatar. Parecía que la suerte cambiaba de lado.

Luego anotaron Ribair Rodríguez, Bernardi (pegó en el palo y entró), Erbes y Tonso. Llegó el turno de Zárate, que elevó su disparo. De nuevo la posibilidad para Newell’s, aunque al pibe Orzán también le pesó el momento y pateó afuera. Marín y Guzmán, con mucha clase, completaron la serie, que terminó igualada. Repitió Riquelme, pero Guzmán esta vez no acertó. Calcó su tiro Scocco y Chiqui Pérez volvió a mostrar clase en los penales. Le tocó a Vergini, que remató anunciado. Sin embargo, la pelota le pasó por debajo del cuerpo de Orion. Ahí se le escapó a Boca.

El siguiente tiro fue para Martínez, que no pudo con la estirada de Guzmán. Y en la tercera oportunidad, Maxi Rodríguez no falló, acomodó la pelota en el ángulo y provocó el delirio rosarino. Boca se fue con la cabeza alta, aunque con la tristeza de que ya no le queda en el horizonte el objetivo que se había planteado.