Desde Londres

El argentino Juan Martín Del Potro dio una nueva muestra de autoridad en el torneo de Wimbledon al meterse por tercer año consecutivo en los octavos de final, mientras que su compatriota Juan Mónaco se despidió con una derrota con sabor a oportunidad perdida. Número ocho del ranking, Del Potro se impuso al esloveno Grega Zemlja por un 7-5, 7-6 (7-3), 6-0 que sólo se vio empañado por una aparatosa caída que sufrió en el tramo final del encuentro. “Ganar tres partidos seguidos me hace bien y sigo evolucionando para este torneo y lo que resta del año”, comentó Del Potro, que tendrá la oportunidad de alcanzar por primera vez los cuartos de final en Wimbledon ante el italiano Andreas Seppi, que batió al japonés Kei Nishikori 3-6, 6-2, 6-7, (4-7), 6-1, 6-4.

En una jornada en que volvió a salir el sol en Londres tras un par de días de lluvia, Del Potro, el único argentino en carrera, terminó resolviendo con sencillez un parejo encuentro ante el número 55 del mundo. Sólido desde el fondo, y sin ceder ni una chance de quiebre en todo el partido con su saque, el argentino sumó un nuevo triunfo en un torneo que lo tiene inesperadamente entre los favoritos tras las eliminaciones de figuras como el suizo Roger Federer, el español Rafael Nadal y el francés Jo-Wilfried Tsonga.

“Jugué sólido, esperando la oportunidad y aprovechando el momento. Al ver que era muy difícil quebrarle, sentía que debía estar más concentrado con mi saque”, comentó el argentino. La única mancha en su victoria fue una caída en el tercer set, que lo obligó a ser atendido y finalizar el encuentro con una venda en la rodilla izquierda, ante la mirada de pavor de los hinchas argentinos que gritaron y cantaron por él en la cancha 12 del All England Club. Pero Del Potro, uno de los tres campeones de Grand Slam que siguen en carrera junto al serbio Novak Djokovic y el británico Andy Murray, pudo continuar sin problemas y definió el encuentro con una gran devolución ganadora con el revés. “Es una caída, un dolor más de esta superficie, pero no creo que sea nada grave”, explicó Del Potro, que se hará unos estudios. “Primero me doblé el tobillo y después se me fue la rodilla para atrás. Fue realmente doloroso”, agregó el argentino, de muy buen ánimo pese al inconveniente.

Quien no estaba en su mejor ánimo era Mónaco, derrotado ayer por el francés Kenny de Schepper por 6-4, 7-6 (10-8), 6-4. “Sentía que tenía que ganar”, admitió Mónaco, aunque para el argentino la derrota también entraba dentro de los cálculos. “Sabía que no iba a ser un partido para nada fácil, esto estaba dentro de las probabilidades. Yo no soy un experimentado en el césped y tal vez esta superficie se acomoda mejor a su juego, pero así y todo sentía que iba a tener mis posibilidades”, comentó Mónaco, que valoró haber alcanzado la tercera ronda. “No jugué para nada mal. Hice tercera ronda, que está bien para lo que es mi tenis en césped. Obviamente que estoy dolido porque sentí que era una oportunidad para hacer segunda semana de Wimbledon”, analizó.

Pese a estar quiebre arriba y disponer de dos set points en un decisivo segundo set, Mónaco nunca pudo descifrar el juego ofensivo del zurdo francés y desperdició la posibilidad de seguir avanzando en un cuadro que se presentaba abierto. “Me sorprendí que jugó muy relajado, muy suelto, no se lo vio presionado por la situación de que sea una tercera ronda de Grand Slam. En los momentos importantes sacó muy bien, fue agresivo, no especuló de fondo”, dijo Mónaco sobre el gigante francés de 2,03 metros de altura. De Schepper, que se ubica en el puesto 80 del ranking, nunca había alcanzado la tercera ronda de un Grand Slam hasta este torneo.