DEPORTES › USAIN BOLT, EL HOMBRE MáS RáPIDO DEL MUNDO, LEJOS DE LOS RECORDS

Los músculos les pasan factura a las ilusiones

Cerca de cumplir 27 años, los esfuerzos hacen cada vez más mella en el cuerpo del jamaiquino Usain Bolt, cuyos sueños de records imposibles se diluyen ante la certeza del paso del tiempo. La final de los 200 metros del sábado en el Mundial de Moscú podría ser una de las últimas oportunidades del jamaiquino de romper las barreras de lo que se pensaba imposible, aunque lo visto en los 100 invita al escepticismo.

“Uno nunca sabe, pero no creo que esté ahora en la forma necesaria para los records del mundo”, dijo el estadounidense Maurice Greene, ex plusmarquista mundial reconvertido en comentarista de televisión.

Hace tiempo que Bolt apenas habla de la posibilidad de correr la recta en 9s4. Su mirada apunta más a los 200, su prueba preferida, que sueña con dejar por debajo de la raya mítica de los 19 segundos. Con casi dos metros de altura, a Bolt siempre le costó levantarse de los tacos y llegar a su máxima potencia. Pero cuando lo logra, no hay forma de pararlo.

Justin Gatlin –con 31 años– lo exigió en los 100 metros más que nadie antes. Bolt ganó con 9s77, un gran tiempo para las condiciones de lluvia y viento en contra

(-0,3 m/s) que se encontró, pero fue la más lenta de sus grandes victorias y sólo ocho centésimas mejor que la plata.

En Beijing 2008, Bolt se reveló al mundo ganando su primer oro olímpico con un record del mundo de 9s69, frenándose en los últimos metros y sacándole 20 centésimas –un mundo en el sprint– al segundo, el triniteño Richard Thompson.

Un año después, en el Mundial de Berlín, el jamaiquino ofreció su mayor show con un 9s58 ante el que nada pudo hacer un Tyson Gay en plenitud (9,75). Y en Londres 2012, logró el segundo mejor tiempo de la historia con 9s63, 13 centésimas, mejor que su compatriota Yohan Blake.

Bolt fue siempre un hombre de grandes campeonatos. Es en la lucha por las medallas cuando el sprinter se motiva, cuando da lo mejor de sí. Por eso, su primer tiempo por encima de 9s7 en una gran final marca un cambio de tendencia.

Bolt pretende llegar a Río 2016 y defender sus títulos olímpicos, pero nunca un sprinter ganó en unos Juegos con casi 30 años. “Tiene dos opciones: ser conservador los dos próximos años y competir poco. O seguir exprimiéndose y ver qué pasa”, dijo ayer el legendario estadounidense Edwin Moses, que se retiró con 34 años. “Yo elegiría la primera opción. Con la edad llegaba a pasar largas temporadas sin poder entrenar bien porque estaba siempre recuperándome de lesiones. Y cuando llegas a los 30 las cosas empiezan a cambiar, no importa quién seas. No te recuperas igual”, advirtió.

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