El viaje de River a Ecuador no fue el ideal, y con un planteo mezquino terminó perdiendo ante el débil Liga de Loja. Al equipo le costó mucho tomar la iniciativa ante los ecuatorianos. Si bien los volantes tocaban la pelota con precisión, no terminaban de adueñarse de esa zona de la cancha. Encima, la defensa que ubicó el técnico, integrada por tres jugadores, no le permitió transmitir la seguridad necesaria cerca de su propia área.

Los locales aprovecharon esos desajustes en la última línea de River y trataban de desbordar por los costados con las subidas de Arroyo y Ayoví. El que también fue inteligente para distribuir la pelota fue Uchuari, quien habilitaba a los delanteros con frecuencia.

River no tenía profundidad y por ese motivo sus avances se desvanecían cuando apenas cruzaba la mitad de la cancha. Gutiérrez pedía recibir la pelota metido entre los marcadores locales, pero le costaba prevalecer entre Bermúdez y Arboleda. Las dificultades fueron mayores para River cuando los ecuatorianos se pusieron en ventaja, a los 32 minutos del primer tiempo. La jugada se inició con un tiro libre y terminó con un remate suave de Larrea, ante la pasividad de los defensores.

En el final de ese período, River tuvo la situación más clara para igualar, pero el arquero Fernández tapó a tiempo el toque de Mercado.

El conjunto de Núñez salió con más decisión a jugar el segundo tiempo y trató de imprimirle otra dinámica a su juego para poder generar situaciones de riesgo. La primera la tuvo a través de Ferreyra, pero remató muy alto. Luego, el arquero tapó el zurdazo de Lanzini, y finalmente, Ferreyra pudo empatar con un tiro cruzado, llegando por la izquierda.

La sorpresa llegó cuando Pezzella le cometió penal a Uchuari, y el propio jugador lo ejecutó para darle la ventaja otra vez al local. River pudo haber marcado el segundo, pero no acertó en la definición.