DEPORTES › LA DELEGACION ARGENTINA SE ACOSTUMBRA AL CLIMA
Los Panamericanos del calor
Duermen de a 12, con humor pero casi sin ventilación, salvo el fútbol, ya que la AFA les puso aire acondicionado a los jugadores.
Por Carlos Werd
Desde Santo Domingo
Los argentinos sufren el intenso calor y la elevada humedad reinantes en la Villa Panamericana de Santo Domingo, pero se adaptan a las circunstancias con el mejor humor posible y la esperanza de que terminen de instalarse los equipos de aire acondicionado prometidos, un día antes de la inauguración de los Juegos.
La delegación albiceleste, que todavía no completó su llegada a República Dominicana, ocupa siete de los 120 edificios del complejo, valorado en unos 65 millones de dólares y cuya construcción comenzó hace dos años y estuvo a cargo del consorcio privado Sanak.
Los deportistas argentinos se manifestaron conformes con el complejo residencial, pese a que en la mayoría de los apartamentos –para 12 personas– el calor agobia y apenas unos ventiladores traen algo de alivio. Quienes deben sentirse privilegiados en la delegación son los futbolistas, que tienen refrigeración en sus habitaciones debido a que la Asociación del Fútbol Argentino invirtió 4200 dólares para la instalación de equipos de aire acondicionado, lo que Estados Unidos, Canadá y Brasil hicieron por su cuenta y de antemano en todos los edificios que ocupan sus representantes.
Otros, como el nadador José Meolans, campeón mundial de los 50 metros libre en piscina corta, han elegido no alojarse en la Villa Panamericana y pagarse un hotel de Santo Domingo. Procedente de Miami, Meolans llegará hoy a la República Dominicana para portar la bandera argentina en la ceremonia inaugural, y regresará casi de inmediato a aquella ciudad estadounidense, desde la que volverá a trasladarse hacia Santo Domingo cuando comiencen las pruebas de natación.
La residencia de los atletas está situada a 27 kilómetros al este de la capital dominicana y a unos 10 minutos de su aeropuerto internacional. En sus accesos, decenas de personas trabajan contrarreloj para asfaltar carreteras, plantar palmeras, sembrar césped, colocar focos de luz y pintar donde hiciera falta.
Casi todo cambia en el interior de la residencia de 720 apartamentos, donde, excepto el aire acondicionado y algunos otros detalles de confort, las condiciones generales parecen satisfacer a los atletas. “Estamos muy conformes con la Villa. La verdad es que es muy bonita, pintoresca y no tenemos quejas, más allá de que aún no nos han instalado el aire acondicionado”, dijo el jugador de handbol Andrés Kogovsek. “Además, nosotros estamos acostumbrados a ‘remar’.”
La cara de Kogovsek, impecablemente vestido con la indumentaria de la delegación argentina, contrastaba con las de las jugadoras de hockey sobre césped, quienes sobre el asfalto ardiente de una de las calles internas de la Villa Panamericana realizaban ejercicios físicos.
Sin embargo, las Leonas moderaban esa explosiva mezcla de calor y humedad, paradójicamente, con un buen clima de compañerismo y ropas livianas. Agosto es el mes más caluroso del año en este país caribeño, con temperaturas superiores a los 30 grados y una humedad relativa de más del 83 por ciento en promedio.
El pasado 24 de julio, el presidente Hipólito Mejía dispuso la instalación de equipos de aire acondicionado en todos los departamentos de la Villa Panamericana, alegando igualdad de oportunidades para los países ricos y pobres. Los argentinos, como seguramente todos los atletas de las restantes delegaciones que competirán en esta cita, esperan ansiosamente que se cumpla esa promesa. Mientras tanto, paciencia, predisposición, buena cara... y ventiladores.