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El crimen de un joven simpatizante de Boca, de dos tiros, coronó de luto la noche de violencia y destrozos del jueves en el centro porteño por parte de miles de boquenses que fueron a celebrar el día “del hincha”.

La noticia sobre la muerte en Lanús de un joven de 18 años, identificado como Rafael Ruiz, cuando volvía a la madrugada del centro porteño, le puso el luto que faltaba a la jornada violenta. El director de Emergencias del Hospital Gandulfo de Lomas de Zamora, Fulvio Corona, dijo que el muchacho llegó muerto a la guardia con un disparo en la cabeza y otro en el tórax, recibidos cuando viajaba en un tren del ex Ferrocarril Roca. Algunos testigos manifestaron que a Ruiz le dispararon desde una camioneta.

En tanto, ante la ausencia de funcionarios del Gobierno de la Ciudad durante los incidentes y el intento de desligarse de los dirigentes boquenses, el jefe de Gabinete nacional, Jorge Capitanich, recordó temprano que “sólo estuvo la Policía Federal” para hacer frente a los atacantes, mientras dejó sentado que la Metropolitana estuvo ausente.

Frente al silencio durante toda la jornada del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, varios de los funcionarios del gabinete salieron a hablar tratando de hacer equilibrio para no dejar mal parada la reacción del Gobierno de la Ciudad ante lo ocurrido. El ministro de Seguridad porteño, el ex juez federal Guillermo Montenegro, estaba jugando un “picado” en la Bombonera junto a su hijo y otros funcionarios porteños mientras bienes del Estado comunal y privados eran destruidos por los violentos. Incluso en su cuenta de Twitter publicó una foto del partido que estaba jugando, casi en el mismo momento en el que se producían los desmanes. Ayer intentó dejar lo menos complicada posible a la fuerza de seguridad de la ciudad al señalar que estuvo “trabajando en coordinación” con la Federal, pese a que brilló por su ausencia. También admitió que fue “inoportuno” haber jugado el “picado” en momentos en que en el centro de la ciudad empezaban los hechos delictivos.

Otro que intentó salvaguardar la inoperancia de las autoridades fue Oscar Moscariello, en su doble función de vicepresidente de Boca y de legislador del PRO. “Los hinchas se autoconvocaron por las redes sociales, Boca institución no tiene nada que ver”, intentó defender al club. “Es el Estado el que debe cuidar la vida y los bienes de las personas. Las cuestiones de seguridad le corresponden a la Policía Federal”, argumentó para justificar la inacción de la Policía Metropolitana, creada por su jefe político, Mauricio Macri, ex presidente de Boca durante 12 años. Tanto Moscariello como el presidente Daniel Angelici reconocieron que para el próximo año intentarán organizar el festejo y abrir la Bombonera, algo a lo que hasta ahora se habían negado de manera sistemática.