Viernes, 24 de enero de 2014 | Hoy
DEPORTES › WAWRINKA VENCIO A BERDYCH Y SE CLASIFICO PARA LA FINAL DE AUSTRALIA
Siempre a la sombra de su compatriota Federer, el suizo número ocho del mundo se impuso en cuatro sets al checo y accedió por primera vez a la definición de un Grand Slam. Se puede dar una final suiza por primera ocasión en la historia.
Por Sebastián Fest
Desde Melbourne
¿Final suiza? El Abierto de Australia abrió la posibilidad de un gran hito deportivo para el pequeño país de los Alpes con la victoria de Stanislas Wawrinka sobre el checo Tomas Berdych. El número ocho del mundo se impuso 6-3, 6-7 (1-7), 7-6 (7-3) y 7-6 (7-4) al séptimo de la clasificación para avanzar a la primera final de Grand Slam de su vida. Su meta es ahora conquistar el domingo el torneo ante el ganador de la semifinal que disputaban el español Rafael Nadal y el suizo Roger Federer en el gran clásico del tenis mundial.
Será una final dura para él, ya que sólo una de 14 veces en su vida pudo derrotar a Federer, y se inclinó siempre ante Nadal en los 12 partidos que disputaron. Hasta el domingo hay tiempo. Lo que le importaba a Wawrinka era que tras algo inédito en la historia de los Grand Slam –dos suizos en semifinales–, Australia abre la posibilidad de algo más impactante aún: una final completamente helvética. “Sería increíble”, comentó Wawrinka, de 28 años. “Roger es el mejor jugador de todos los tiempos. Me dijo ayer que estaba feliz de que hubiera dos suizos por primera vez en semifinales. Yo le dije que para él es normal, pero para mí no”, resaltó.
Con la confianza que da haberle ganado dos días antes a un imbatible como Novak Djokovic, Wawrinka inició ayer el partido suelto y se llevó el set inicial por 6-3 ante un Berdych aún frío. El checo reaccionó en el segundo parcial, ofreciendo sus mejores momentos de tenis. Se lo llevó en un tie break por 7-1, pero bien podría haberlo ganado antes, porque fue claramente superior.
Para los puristas del tenis, el partido era una pequeña joya. El revés a una mano de Wawrinka contrarrestaba con los golpes secos y planos desde ambos lados de Berdych. La derecha del suizo tampoco era un arma menor y, a la hora de sacar, ambos servicios eran efectivos, en especial el del suizo, que lo tiene como arma clave en Australia. Así volvió a desequilibrar el principal “golpe” del tenis: la mente. “Mis entrenadores Magnus (Norman) y Severin (Lüthi) me ayudan mucho desde hace años. Magnus me llevó a mi primera semifinal en el US Open, ahora a la final aquí. Los dos me impulsaron mucho a luchar por cada punto, y aquí estoy.”
Berdych, un hombre que llegó a semifinales en los cuatro torneos de Grand Slam e incluso escaló en 2010 hasta la final de Wimbledon, pareció más atado y nervioso que Wawrinka, quien hasta hacía cuatro meses no sabía lo que era estar en la semifinal de un grande. Aunque el suizo es un ejemplar de estudio: las derrotas lo hicieron más grande y más fuerte. Fue en 2013, con un 12-10 en el quinto en Australia y un 6-4 también en el quinto en el US Open. Las dos veces con Djokovic, coprotagonista de una historia con tintes de film hollywoodense, porque el martes a la noche el suizo se redimió batiendo, otra vez en un quinto set y por un ajustado 9-7, al serbio.
Más grande y más fuerte, el hombre que vivió toda una carrera a la sombra de Federer se convirtió en infranqueable para Berdych, cuyo tenis sigue ofreciendo cortocircuitos en los momentos más sensibles. “Jugué realmente agresivo, es importante hacerlo contra él”, analizó Wawrinka. “El juega muy rápido desde la línea de base, un jugador muy difícil”, agregó.
Wawrinka se llevó el tercer set en un tie break de 7-3 y todo se resolvió, una vez más, en el juego de desempate en el cuarto. Allí, el suizo no perdonó. Mandando, como a lo largo de todo el partido, tomó una ventaja de 3-0 en el inicio y ya no dejaría acercarse al checo, dueño de un tenis tan fabuloso como incompleto aún.
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