Quedan quince días por delante”, afirmó ayer Juan Román Riquelme, capitán de Boca, cuya recuperación del desgarro sufrido a fines de noviembre del año pasado retrasaría su vuelta al equipo xeneize, al menos, hasta la visita a Vélez, a principios de marzo. “Yo quiero volver a jugar, pero se me desprendió el aductor. Es algo fuerte y por lo tanto hay que esperar por mi recuperación”, explicó ayer Riquelme sobre la lesión que le impidió debutar en el torneo Final y por la que aún se entrena de forma diferenciada del resto del plantel. Después del empate en cero con Newell’s, en Rosario, Román afirmó sobre el equipo: “Vamos a pelear el torneo hasta el final, seguramente estaremos entre los dos o tres primeros equipos para pelear el título”. Además, también se animó a asegurar: “Vamos a ganar el clásico en este campeonato”.

Por su parte, el técnico xeneize Caros Bianchi expresó que “la ansiedad por ver a Riquelme” no era su problema, mientras que remarcó la intención de “no apurar” su vuelta al equipo para que su recuperación sea más efectiva. Bianchi ratificó la confianza a la dupla Juan Manuel Martínez-Emmanuel Gigliotti: “Martínez ha pegado muchos tiros en los palos y le ha faltado una dosis de suerte; mientras que Gigliotti es un jugador que vive del gol y el otro día generó tres situaciones, eso es importante”. Además, imaginó “un partido difícil” mañana, frente a Belgrano.