Independiente sumó un nuevo obstáculo en la búsqueda de volver a la Primera División al perder como local 3-1 con Atlético Tucumán, que fue práctico y lo superó con claridad en el juego y en el marcador. De esta manera, el conjunto de Omar De Felippe quedó con sólo tres puntos de ventaja respecto de su vencedor en el último puesto por el ascenso.

El desarrollo del partido pareció calcado del último que había jugado Independiente como local ante Boca Unidos. Los primeros minutos lo mostraron decidido, con juego por las bandas y con asociaciones ofensivas entre Montenegro, Pisano e Insúa, que invitaban a los hinchas a la ilusión. Sin embargo, el empuje de esos primeros minutos se fue diluyendo rápido, al tiempo que el conjunto tucumano comenzó a hacer pie en la mitad de la cancha. De esa manera, Lucchetti ya no pasó tantos sobresaltos y el buen andar de Independiente quedó en el olvido.

Más allá del desarrollo parejo que se daba al promediar la primera etapa, Independiente tuvo la chance de abrir el marcador en los pies de Adrián Fernández, pero el delantero elevó su remate ante la salida de Lucchetti y perdió la ocasión. Y como ante Boca Unidos, en una réplica, Independiente recibió un gol. Esta vez llegó a través de un violento remate de Gonzalo Bazán, que recibió una buena habilitación de Acosta. Y como ante los correntinos, el gol tuvo un efecto nocivo en el juego del Rojo. Impreciso adentro del campo y nervioso a partir de lo que transmitían sus hinchas, al equipo de De Felippe le faltaban ideas para manejar el trámite.

Para colmo, una avivada de Luis Rodríguez, la figura de la cancha, sirvió para aumentar la diferencia. El delantero vio adelantado a Diego Rodríguez y, cuando recibió la peinada de Píriz Alves, sacó un pelotazo desde 45 metros que se metió por encima de la cabeza del arquero.

El descuento de Sebastián Penco, con un cabezazo de pique tras un centro de Vallés, alimentó la ilusión de Independiente, que empujó en busca del empate. Pero como a lo largo de toda la noche, le faltó claridad y precisión. Seguro en el fondo, Atlético esperó su oportunidad y lo liquidó de contragolpe Píriz Alves, que tocó por encima de la cabeza del arquero tras una habilitación de Luis Rodríguez.