Un par de tenistas italianos han sido investigados por la Justicia por su presunta implicación en una trama de arreglo de partidos. Daniele Bracciali y Potito Starace son los mencionados en esta presunta trama, de la que cobraban por asegurarse un resultado según el contenido de conversaciones mantenidas a través de Skype por los implicados, según La Gazzetta dello Sport. “Hay muchas mafias que están pendientes de eso y llaman a los jugadores. A mí nunca me ha pasado, pero sí hay jugadores que han declarado públicamente y han denunciado a la ATP que les han ofrecido dinero por dejarse perder, y esto es una lacra para el deporte”, denunció el español Feliciano López.

La investigación, que parte de la Justicia italiana en Cremona, es una derivación de la que intenta aclarar el fraude de las apuestas deportivas en el fútbol y del arreglo de partidos en la serie A. Los datos corresponden al período que va entre 2007 y 2009 en una primera fase, aunque también se han obtenido al parecer pruebas hasta 2011, asegura el diario. Bracciali y Starace, que ayer ganaron su partido de dobles en el ATP 250 de Moscú, no están oficialmente bajo investigación.

En una conversación de julio de 2007, los presuntos miembros de la trama Manlio Bruni y Roberto Goretti hablaron de arreglar el resultado de un partido disputado en Newport por Bracciali. De ella se infiere que al jugador (49º de la ATP de 2006) se le ofrece una cantidad de “50” (sin especificar más, pero el diario habla de que se ofertaban entre 20.000 y 60.000 euros por arreglar resultados) por perder el primer set de un partido que lo enfrentaba al estadounidense Scoville Jenkins.

El jugador identificado como Bracciali según el diario expresa en la conversación sus dudas sobre si estará en condiciones de cumplir con la condición de perder, pero menciona cantidades que se suelen pagar en casos similares. Bracciali perdió finalmente aquel partido contra Jenkins por 6-2 y 6-1.

“Es un poco vergonzoso que en el tenis existan las apuestas, que haya jugadores profesionales implicados en eso. Es un tema difícil de abordar porque es muy fácil para un jugador profesional dejarse ganar y ganar dinero a costa de eso”, opinó Feliciano López. “Es muy difícil demostrar que si yo salgo a la cancha y pierdo 6-2, 6-2 o 6-3, 6-2, el resultado ha sido arreglado. Porque hoy en día el tenis está lleno de sorpresas y hay jugadores de ranking más bajo que ganan a grandes jugadores.”

En el caso de Starace, la conversación revelada afecta presuntamente a un partido jugado en abril de 2011 entre el italiano y el español Pablo Andújar en la final del torneo de Casablanca y que supuestamente se arregló: Starace, que había ganado en las cinco veces que hasta entonces ambos se habían enfrentado, perdió.

“No noté nada, también porque yo estaba jugando muy bien esa semana y la final no fue una excepción”, dijo ayer Andújar. “Lo que sí que noté es que él no se movía muy bien, parecía cansado, pero es que tuvo un partido muy duro contra Hanescu en la última semifinal el día anterior, acabó muy tarde y la final fue a la mañana siguiente. No iba a todo lo que normalmente va”, aseguró el español, que terminó ganando ese partido 6-1, 6-2 en 75 minutos. “Todo aquel que haga este tipo de cosas no tiene sitio en la ATP, aunque siempre hay la presunción de inocencia”, continuó. “Lo conozco mucho y me cuesta pensar que arreglara la final, sobre todo porque era el favorito y porque deseaba ganar su primer título, pero no pongo las manos en el fuego por nadie.”

Bracciali y Starace son dos de los cinco tenistas italianos que entre 2007 y 2008 fueron suspendidos por la ATP por dedicarse a las apuestas por Internet, con penas de entre seis y nueve meses. Los otros fueron Alessio Di Mauro, Giorgio Galimberti y Federico Luzzi. Pero otros tenistas no pudieron volver a actuar (ver aparte).

“Lo que me parece muy bien es que desde hace unos años se está persiguiendo mucho esto y la ATP está muy involucrada en los casos. Aun así, hay mucha gente que lo sigue haciendo. No quiero acusar ni a Bracciali ni a Starace”, insistió López. “Pero me parece que esto se tiene que perseguir de una manera más exhaustiva y diferente, porque al final veo que sigue siendo muy fácil para determinados jugadores el tema de apostar, sobre todo en contra.” Y agregó: “Para determinados jugadores, aun con la persecución que hay, sigue siendo muy fácil dejarse perder porque es difícil demostrar que un jugador se dejó perder, a no ser un resultado que cante demasiado. Un 6-0, 6-1 en 50 minutos huele muy mal”.