Mientras Julio Humberto Grondona era el intocable vicepresidente senior de la FIFA (“del mundo” como prefería presentarlo), nadie osaba discutir la posibilidad de que el Mundial 2030, el Mundial del Centenario, lo organizarían en conjunto la Argentina y Uruguay, a cien años de la primera Copa del Mundo, la de 1930, organizada por el país hermano y en la que los seleccionados de ambas naciones fueron finalistas. Hubo declaraciones, proyectos y la secreta convicción de que, con Grondona impulsando la idea, la candidatura tendría enormes chances de imponerse. En noviembre de 2009, la AFA y la AUF hicieron oficial su interés de organizar en conjunto la Copa 2030.

Algunas cosas han cambiado desde julio, es evidente. Los descendientes de Grondona no pudieron retener su poder internacional, ni en la FIFA ni en la Conmebol, y los jaques tienen alcances impredecibles. Ahora fue el presidente de la Federación de Chile (ANFP), Sergio Jadue, quien admitió que a su país podría interesarle hacerse cargo de la organización del Mundial 2030 junto con Uruguay.

“Hemos conversado con todos los actores; el presidente de la Conmebol, el presidente de la FIFA, miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA, la posibilidad de una opción legítima de organizar solos o a la par con Uruguay” el torneo, dijo Jadue en una rueda de prensa.

Jadue sostuvo que si Chile organiza satisfactoriamente la Copa América y el Mundial Sub-17 del año que viene, tendrá “una plataforma importante” para postular a la Copa del Mundo de 2030. Según el presidente de la ANFP, se está barajando la posibilidad de presentar una candidatura única de Chile o hacerlo juntamente con Uruguay, para lo cual ya se han producido contactos con el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Wilmar Valdez.

“La prioridad es con Argentina. De todas formas creemos muy positivo, como Chile también tiene su interés, que exista la posibilidad de que lo podamos hacer entre los tres países o entre los dos países que estén más afines”, sostuvo el directivo oriental en declaraciones al diario trasandino La Tercera. Valdez reconoció que ya hubo contacto con los chilenos. “Me manifestó (Jadue) la intención de su país de realmente participar en este tema”, puntualizó.

Valdez contó que el próximo 26 de noviembre se reunirá con el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, para transmitirle su intención de organizar el Mundial de 2030 junto a la Argentina y Chile; y sostuvo que “cree” que el máximo ente del fútbol mundial “va a mostrar su interés. De ahí en más veremos si podemos hacerlo entre Uruguay y Argentina o entre los tres países o sólo con Chile, si Argentina desiste. Estamos abiertos a todas las posibilidades”, cerró.

Está claro que un Mundial organizado por Argentina y Uruguay tiene mucha más lógica, desde el punto de vista de la organización, que un torneo que, haciendo base en Chile y en Uruguay, evite a la Argentina. A lo sumo, todo indica que la movida de la ANFP apunta a verse incluida en el proyecto.

En 1956, Chile ganó el derecho a organizar el Mundial de 1962, postergando la posición argentina, que pugnaba por la organización después de que Uruguay y Brasil ya hubieran sido anfitriones del torneo. La Argentina volvió a perder una votación, en 1964, esta vez con México, con miras a la Copa del Mundo de 1970, que finalmente no pudo jugar. Fue precisamente en 1970 que el país fue elegido para llevar adelante la que se transformaría en la tristemente célebre Copa del Mundo de 1978.

Todavía afectada la FIFA por el escándalo que produjo la elección de Qatar como sede del Mundial 2022, tanto porque la candidatura qatarí era técnicamente la más pobre de las cuatro que se presentaron oportunamente (lo que no impidió que en la votación final venciera 14-0 sobre la de Estados Unidos) como por la anticipación con la que se determinó, junto con la de Rusia para 2018, es improbable que la elección de la sede del 2030 se produzca antes de 2020.