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Por A.G.

La mañana en Casa Amarilla pintaba tranquila. Carlos Bianchi improvisó un picado informal de cara al encuentro ante Colón de la revancha de los octavos de final de la Copa Sudamericana. Pero de pronto, en medio del partido, la serenidad de la práctica se cortó por un incidente que terminó en una pelea a golpes entre Antonio Barijho y Raúl Estévez. Una patada desde atrás, un cruce de insultos, un par de trompadas del ex delantero de Huracán y la intervención de algunos compañeros y el preparador físico Julio Santella para que la situación no se agravara fue la síntesis de lo ocurrido en la cancha. Luego, en privado y por separado, llegó el lavado de cabeza del entrenador, que por pedido de los dirigentes deberá elaborar un informe sobre lo ocurrido.
El altercado se produjo durante la práctica de fútbol que dispuso Bianchi. En una jugada sin mayor trascendencia, Barijho se arrojó desde atrás y cruzó con violencia a Estévez, que para cubrirse del golpe estiró su mano. Cuando se incorporó, el ex jugador de San Lorenzo insultó a su compañero, que reaccionó lanzándole dos trompadas. La primera fue a la cara, pero no llegó a destino. La segunda fue al cuerpo, a la altura del pecho de Estévez. En ese momento, la rápida intervención de Diego Crosa sirvió para que la pelea no prosiguiera. El defensor se interpuso entre los dos jugadores, mientras que Santella también apareció en ese instante para poner un poco de calma.
Precisamente el preparador físico fue quien le contó lo sucedido a Bianchi, ya que el entrenador se encontraba en otro sector de la cancha trabajando con los arqueros Roberto Abbondanzieri y Wilfredo Caballero. Enterado de lo ocurrido, el técnico dispuso que ambos jugadores se retiraran a los vestuarios y luego se reunió por separado con cada uno por espacio de veinte minutos. Al retirarse de la práctica, tanto Estévez como Barijho prefirieron no formular declaraciones. “No tengo nada que decir”, fue la única respuesta que entregó el ex delantero de San Lorenzo. En tanto, el ex atacante de Huracán se fue por una puerta lateral del complejo, para evitar el contacto con los cronistas.
Ahora habrá que esperar para saber cómo quedará la situación de los jugadores, que no tienen un lugar entre los habituales titulares, pero que disfrutaron de una oportunidad ante Lanús por las ausencias de varios de los atacantes del plantel. Por lo pronto, los dirigentes ya le solicitaron a Bianchi un informe sobre el incidente. A partir de ello, las autoridades del club resolverán la sanción que le impondrán a los jugadores. Estévez figuraba inicialmente para actuar el jueves en Salta, pero ese puesto podría ser ocupado por el juvenil Gastón Sangoy, en dupla con Franco Cángele.
Si bien el entrenador todavía no lo confirmó, para buscar la clasificación ante Colón seguramente utilizará suplentes, ya que el objetivo sigue focalizado en el torneo local. De acuerdo al equipo que paró en la práctica, el único de los titulares que actuaría sería Nicolás Burdisso, mientras que el resto tendría descanso. Sin embargo, la mayor preocupación sigue siendo la evolución de Carlos Tevez, que sufrió una distensión en el isquiotibial derecho en el partido que Boca venció 4-1 a Racing y no estuvo presente en los dos encuentros siguientes, en los que el líder del torneo apenas igualó. Por eso será probado mañana, para saber si podrá estar presente en la próxima jornada del Apertura ante Rafaela. Ayer circuló la versión de que sería convocado para la Selección para los partidos contra Bolivia y Colombia.
Más allá de la importancia de Tevez, la idea del cuerpo técnico es no arriesgarlo si no está al máximo de sus posibilidades. En Boca no quieren que le ocurra lo mismo que le sucedió a Marcelo Salas, que por las necesidades de River apuró su regreso y salió lesionado al minuto de juego en el encuentro ante Olimpo. “En Boca eso no sucederá, porque se hacesiempre una buena evaluación de la aptitud física de los jugadores y luego se resuelve”, resaltó una fuente del cuerpo técnico.