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Por P.V.

En Independiente estalló un conflicto que podría resultar el principio del fin de la experiencia de Oscar Ruggeri como entrenador del plantel. El problema se originó cuando Ruggeri decidió marginar a Luis Islas del equipo titular que mañana se medirá con River por la Copa Sudamericana, y el arquero anunció que no se concentrará hoy con el equipo, abriendo un nuevo frente de polémica en el club de Avellaneda, ya que el presidente Andrés Ducatenzeiler dejó abierta la puerta a una posible remoción.
Independiente viene de perder el sábado en su estadio ante Colón y, pese a que está mezclado en el lote de los punteros del torneo Apertura, los hinchas muestran ostensiblemente su disconformidad con el trabajo del entrenador que, conforme a un estilo que ya impuso en San Lorenzo, no suele mantener el mismo equipo titular de un partido a otro, generando cierta intranquilidad en el plantel, y también entre los fanáticos.
Precisamente, la semana pasada se supo de una inquietud de los jugadores, que le habrían transmitido a Ruggeri la necesidad de sostener un mismo equipo durante varios partidos, para que los titulares ganaran en confianza y pudieran elevar su rendimiento, que es lo que está en cuestión. Uno de los jugadores que comunicó la inquietud fue Islas.
El arquero arrastra una molestia en un hombro, que requiere tratamiento kinesiológico, pero antes de la práctica había argumentado: “Me duele, pero no como para no jugar ante River”.
La determinación de Ruggeri de incluir, en la práctica de fútbol de ayer, al arquero suplente Damián Albil dentro de la presunta formación titular que se enfrentará mañana con River en el Monumental, motivó entonces el disgusto de Islas, que fuera compañero del entrenador en la Selección Argentina que disputó el Mundial 1994. Islas habría entendido que el cambio es inoportuno después de la derrota del sábado.
Cuando se descubrió en la lista de los futbolistas que hoy quedarán concentrados para el partido de mañana, el arquero se reunió con el técnico para comunicarle que no se concentrará. “Creo que mi nivel es bueno, pero si el técnico prefiere que descanse, lo voy a hacer. No quiero entrar en polémicas por esto, ya que no se justifica”, dijo más tarde.
El presidente de Independiente, Andrés Ducatenzeiler, defendió ayer a Ruggeri, pero curiosamente admitió que acaso después del partido contra River se vea obligado a pensar como los que cuestionan hoy al entrenador. Semejante apreciación en su boca sonó a ultimátum, en momentos en que corre una versión según la cual otros dirigentes ya se habrían puesto en contacto con el entrenador que antecedió a Ruggeri, Américo Gallego, que lo sacara campeón en el Apertura 2002 y con el que hiciera una floja campaña en el Clausura 2003.
“Con Gallego hay dirigentes que hablan porque el club mantiene una deuda con él”, admitió Ducatenzeiler. “Pero si la gente no entiende que es necesario un cambio responsable para no volver a estar al borde del descenso, tendré que ver qué sucede”, cerró el dirigente.