DEPORTES › NO SE PRESENTO A DECLARAR Y BERGES LO MANDO BUSCAR

Cascini, con la marca encima

El juez Mariano Bergés tomó declaración al lento Cascini, al Pato Abbondanzieri, Navarro Montoya y trece barras de La Doce.

Siguen las secuelas del accionar judicial en el caso de los incidentes de Boca-Chacarita. El juez Bergés prosiguió ayer con su tarea de reunir testigos, con algunas consecuencias espectaculares en el procedimiento, debido a la disposición de los convocados. Ayer, los jugadores de Boca Raúl Cascini y Roberto Abbondanzieri comparecieron ante el juez de instrucción Mariano Bergés, al igual que el arquero de Chacarita Carlos Fernando Navarro Montoya, como testigos en la causa en la que se investiga la violencia en el fútbol. En sus testimonios, los futbolistas deslindaron vínculos con los hinchas violentos. Sin embargo, Cascini debió afrontar un interrogatorio cuyo énfasis se centró en la sospecha que maneja el magistrado de que parte del 15 por ciento que le correspondía por su pase a Boca haya sido desviado a la barra brava boquense: un giro inesperado en la causa.
La jornada de ayer comenzó mal para Cascini, quien en lugar de presentarse al juzgado para declarar ante Bergés –la cita era a las 10 de la mañana– decidió presentarse al entrenamiento de Boca, en Casa Amarilla. Ante la demora del volante, el juez dio instrucciones a la Policía Federal para que fuera a buscarlo al club, desde donde partió a bordo de un patrullero, vestido con la ropa de entrenamiento, hasta Tribunales. “Nunca estuvo detenido. Su declaración fue testimonial”, aclararon en el juzgado.
Cascini fue interrogado sobre cuatro temas puntuales: lo que vio el 31 de agosto, durante los incidentes en Boca-Chacarita, y qué relación tenía con la barra brava boquense. Pero luego, el magistrado le solicitó detalles sobre su pase a Boca y lo mencionado: ¿quién percibió el 15 por ciento que le correspondía por la transferencia? El juez quiere averiguar si parte de ese monto no fue desviado a la barra brava para recibir los favores de ésta. Uno de los temas que más preocupa a Bergés es la connivencia entre jugadores, dirigentes y entrenadores con los barrabravas.
Abbondanzieri, por su parte, se dirigió al juzgado en remís, ya que su cita era a las 12, por lo que pudo finalizar la práctica. “Nosotros viajamos con hinchas, nos acompañan cuando nos vamos de Buenos Aires o del país. Los conocemos, pero no les pagamos y tampoco se trata de barras”, enfatizó el arquero. Interrogado por el juez acerca de por qué figuraba su teléfono en la agenda secuestrada al barrabrava prófugo Rafael Di Zeo, el arquero señaló: “El número lo puede tener cualquiera. Hay mil formas de conseguirlo aunque no sea yo quien lo dio”.
Detrás de Abbondanzieri declaró Navarro Montoya, quien fue interrogado sobre su relación con los barrabravas de Chacarita pero también con los de Boca, habida cuenta de la cantidad de años que actuó en ese club. Navarro Montoya habría admitido que conoce al “Mono” Luis, uno de los barrabravas de Chacarita cuya captura ordenó Bergés. “Entiendo que mi declaración terminó, pero si el juez me cita nuevamente, me presentaré como corresponde, porque quiero contribuir con mi granito de arena a eliminar la violencia”, comentó Navarro Montoya.
Bergés ayer tomó declaraciones a los trece detenidos del último domingo en La Bombonera, durante el encuentro ante Rafaela. Están acusados de “por medio de violencia, amenazas y agresiones” no dejar ocupar al resto de los hinchas la franja central de la bandeja popular, donde habitualmente se instala “La Doce”. Los interrogatorios continuarán hoy con el técnico del conjunto de San Martín, Néstor Craviotto, y con Chicho Serna. Mañana sería el turno de Carlos Bianchi.

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Raúl Cascini, rumbo a Tribunales en un patrullero y con abogado.
Bergés quiere saber a dónde fue el 15 por ciento de su porcentaje.
 
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