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Ante la crisis de los futbolistas italianos, el seleccionador de ese país, Antonio Conte, convocó para el equipo nacional al argentino Franco “El Mudo” Vázquez (foto) y al brasileño Eder, reavivando la polémica sobre la nacionalización de los ‘oriundi’, jugadores de origen extranjero. “La selección de Italia debe ser italiana.” Este comentario de Roberto Mancini, actual técnico del Inter, desencadenó una ola de reacciones en el país antes del partido de la azzurra en Bulgaria, mañana, por la clasificación para la Eurocopa 2016.

“Esto es sólo mi opinión”, precisó Mancini. Cuando se le pregunta por la Alemania campeona del mundo, con Mesut Özil, de origen turco, o Jerome Boateng, de origen ghanés, Mancini responde que “nacieron en Alemania”. “Un jugador italiano merece jugar en la Nazionale, mientras que uno que no nació en Italia, incluso si tiene parientes italianos, no lo merece”, insistió Mancini. “Conte está en su derecho de usar esta regla (convocar jugadores extranjeros), pero no cambia mi pensamiento”, prosiguió. “La madre de Vázquez es italiana, así que es más italiano que él (Mancini)”, reaccionó el técnico del Palermo, Giuseppe Iachini.

Mancini tiene un discurso parecido al de Matteo Salvini, el joven jefe de la Liga Norte, partido antieuropeo y antiinmigración, que publicó en Twitter: “Los italianos en ‘azzurro’”.

Conte aseguró que “nunca forzó a una persona a elegir”. También interesó a otro argentino del Palermo, Paulo Dybala, pero el ex jugador de Instituto rechazó sumarse a la selección italiana, esperando una convocatoria para la Selección Argentina.

Eder recordó el caso de Mauro Camonaresi, el argentino que fue campeón mundial en 2006 y que es el nacionalizado con más partidos (55) con la camiseta azzurra. El brasileño goleador de la Sampdoria piensa “que hay algo en contra de los oriundos en Italia” y cita a Alemania o a “Francia y sus jugadores de origen africano”.

Italia siempre tuvo oriundos en sus filas. Al igual que Camoranesi, uno de los mejores jugadores en su puesto, también está Thiago Motta, el italo-brasileño que juega en el Paris S-G. Y en el primer campeón del mundo italiano, el de 1934, tres argentinos –Raimundo “Mumo” Orsi, Luis “Doble Ancho” Monti y Enrique Guaita– le dieron brillo a la escuadra de Silvio Piola, cuando Italia era regida por el fascismo de Benito Mussolini. Orsi fue el goleador del campeón del mundo, con tres tantos, uno más que su compañero Giuseppe Meazza.

“Conte tiene poco donde elegir entre los italianos”, se lamentó Demetrio Albertini, vicepresidente de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC). “Si es ciudadano italiano puede jugar, el debate está cerrado”, añadió el presidente de la FIGC, Carlo Tavecchio.

En realidad, el debate continúa. “Existe la globalización, pero para jugar en una selección debés haber nacido en el país, haber crecido allí y entender la mentalidad”, estimó el entrenador del Cagliari, el checo Zdenek Zeman.