La decisión no fue la mejor y Sergio Massa tuvo que volver sobre sus pasos para calmar los ánimos y evitar fugas en el Frente Renovador bonaerense. El candidato presidencial convocó para este sábado a un congreso en el municipio de San Martín, donde buscaría imponer el criterio de acotar la extensa nómina de precandidatos a gobernador y que sólo habilitaría dos o, a lo sumo, tres fórmulas a través de las encuestas. Pero la metodología desató críticas de quienes corren desde atrás en los sondeos de opinión: Felipe Solá acusó al operador massista Alberto Fernández de querer marginarlo de la contienda para favorecer al jefe del bloque de diputados Darío Giustozzi. En tanto, Mónica López amenazó con pegar un portazo si la bajaban “de prepo” y le apuntó al empresario Francisco de Narváez, el último en arribar al massismo y el más favorecido por la decisión. La revuelta hizo que Massa virara en su resolución y ayer anunciara a su tropa legislativa que en el congreso de mañana presentará al Comando Provincia, integrado por 15 miembros, y que tendrá que definir a corto plazo cuántas serán las fórmulas a gobernador y vice que el FR llevará a las primarias de agosto.

La crisis en su principal bastión electoral modificó hasta los hábitos del candidato presidencial. Ma-ssa había convocado a sus legisladores provinciales en su bunker de Tigre para analizar la situación, pero los senadores le advirtieron que no podrían concurrir porque había sesión en la Legislatura bonaerense. Rápido de reflejos, Massa viajó hasta La Plata para mostrarse junto a su tropa legislativa –donde ya tuvo deserciones– e intentar recuperar iniciativa política.

Allí, demandó que el gobernador Daniel Scioli prorrogue la “emergencia de seguridad” provincial y ratificó que el Frente Renovador se opondrá a la designación de Roberto Carlés como reemplazante de Raúl Zaffaroni en la Corte Suprema, aunque la discusión se realiza en el Senado nacional, donde el massismo no tiene a ningún senador que le responda orgánicamente.

También dijo a sus legisladores –en un encuentro que duró dos horas– que en el cónclave de la Sociedad Alemana de Gimnasia de Villa Ballester presentará al Comando Provincia, que tendrá la compleja tarea de acercar posturas para intentar unificar fórmulas entre candidatos o definir cuántas serán las fórmulas que disputarán la candidatura a la gobernación.

En tanto, en el núcleo duro del massismo sostienen que ya no hay tiempo para dilaciones y buscarán –“en reuniones privadas”– antes y durante el congreso provincial, que allí mismo haya una definición. Aunque mucho dependerá de la dureza de las negociaciones: nadie quiere que el encuentro que también oficiará de relanzamiento de la candidatura presidencial de Massa termine con una fractura de su propia tropa.