Durante años, el fallecido Julio Grondona abogó por los torneos cortos como antídoto contra el dominio de los equipos grandes, pero terminó imponiendo el retorno de los torneos largos atendiendo a la teoría del mal menor, previendo que un campeonato de 30 fechas podía reportarle al fútbol mejores ingresos por parte de la TV, lo que se reveló incorrecto. Lo concreto es que con algo más de un cuarto de torneo largo ya consumido –ocho fechas disputadas sobre treinta previstas–, aunque la fatiga todavía no hizo mella y los grandes (salvo Independiente) disputan al unísono la Copa Libertadores, son estos equipos de mayor predicamento y recursos los que dominan el torneo.

Con Boca líder con 20 unidades, River y San Lorenzo (sus escoltas) con 18, más Independiente y el campeón en ejercicio Racing (13 unidades ambos) al acecho, los cinco equipos tradicionalmente grandes del fútbol argentino ocupan cinco de los ocho escalones más altos de la tabla de posiciones del Torneo de Primera, transcurridas ocho fechas. Los únicos “ajenos” a este círculo son Central, que ganó cinco partidos seguidos en el arranque y luego no pudo mantener su racha, empatando los últimos tres encuentros, y Belgrano de Córdoba y Banfield, que también tienen cinco triunfos, pero arrastran dos derrotas.

Con un plantel numeroso que le permite una rotación constante entre ambos torneos, Boca logró el 83 por ciento de los puntos en disputa en el Torneo de Primera (y el ciento por ciento en la mitad de partidos en la Libertadores). En cambio, River y San Lorenzo están mucho más complicados en el torneo continental, aunque a sólo dos puntos del líder sostienen sus chances de pelear por un título que se definirá, como última instancia, en noviembre.

De los diez equipos ascendidos para este certamen, sólo Argentinos (que ganó apenas tres de los partidos que disputó) se ubica entre los diez primeros en la tabla; en cambio, entre los diez últimos se encuentran cinco conjuntos recientemente promovidos: Huracán, Colón, Temperley, Crucero del Norte y Chicago. Hasta el domingo, los equipos ascendidos habían ganado sólo ocho partidos disputados ante conjuntos que la pasada temporada estaban en Primera. En ocho fechas se llevan jugados 120 partidos, aunque uno, Arsenal-Aldosivi, se suspendió a los 30 minutos por disturbios fuera del estadio.