DEPORTES › LOS MAXIMOS RIVALES JUEGAN POR LA SUDAMERICANA
A la espera del Superclásico
River se queda en Asunción, después de enfrentarse con Libertad, a la espera del partido del domingo. Boca mandó una formación remendada a Medellín, mientras Bianchi medita.
RIVER
Exilio en Paraguay
Con la cabeza puesta en buscar la clasificación, pero con la mente también metida en el superclásico del domingo ante Boca, River visitará esta noche a Libertad en Asunción con el objetivo de lograr el pasaje para las semifinales de la Copa Sudamericana, y después del partido se quedará en la capital paraguaya, esperando el superclásico. El equipo de Manuel Pellegrini se impuso 2-0 en el encuentro de ida, por lo que hasta perdiendo por un tanto se garantizará el avance a la siguiente fase. En caso de igualdad en la diferencia de goles, la clasificación se definirá con tiros penales.
Para River arranca una semana que se puede transformar en decisiva para el futuro de su entrenador. Una eventual eliminación, sumada a un mal resultado en el clásico, podría determinar el fin del ciclo. Por el contrario, el pase en Paraguay más un triunfo que le complique la existencia a Boca en el Apertura puede significar una reconciliación definitiva entre el técnico y los hinchas.
Lejos de la mentalidad de Boca, que tiene como principal objetivo el torneo local, el compromiso de esta tarde es fundamental para el futuro de River. La floja campaña en el Apertura provocó que el único incentivo en el certamen local fuera ganar el superclásico del domingo próximo, con lo cual el de la Copa Sudamericana pasó a ser la prioridad. Así, un torneo que no debiera tener mayor relevancia para un club de tan rica historia como el de Núñez se transformó en el título a lograr.
Pero más allá del partido ante Libertad, River tampoco deja de lado el clásico del domingo. Si bien está a nueve puntos del líder y pensar en el campeonato es casi una utopía, Pellegrini les dio descanso a varios de sus titulares en el encuentro ante Vélez del fin de semana para tenerlos frescos para los dos compromisos trascendentales. Otra muestra de la importancia que tiene para el entrenador el encuentro ante Boca es que el plantel se quedará practicando en Asunción y no retornará en forma inmediata a Buenos Aires. Recién volverá el viernes, para evitar la sobrecarga de tensión que provoca la semana previa a un superclásico.
En una columna en su página de Internet, Pellegrini explicó que esa decisión se corresponde a “un problema de tiempo”. “Si nos volvemos el jueves, perdemos un día de entrenamiento normal. En cambio, así, trabajamos allá jueves y viernes”, explicó el entrenador. Sin embargo, en el mismo artículo dejó traslucir otro motivo. “Muchos han dicho que la determinación se adoptó para sacar a los jugadores de un ambiente cargado de presión, como es el que se genera previo a un clásico. Pero aunque esto también puede haber influido, la verdadera razón por la que trabajaremos en Asunción es la que acabo de mencionar”, señaló Pellegrini.
BOCA
Vigilia en Colombia
Boca palpita a dos puntas. Un grupo de 14 jugadores suplentes, liderados por el ayudante de campo de Carlos Bianchi, Carlos Veglio, está en Medellín, donde esta noche intentará salvar el honor ante el Nacional, que lo venciera 1-0 hace dos semanas en la Bombonera, jugando el partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa Sudamericana. Mientras tanto, en Buenos Aires, Bianchi empezó a delinear el equipo que el domingo defenderá la punta del torneo Apertura, ante River en el Monumental.
Sin Bianchi, con un poco más que los jugadores imprescindibles para completar el equipo titular (solo habrá tres suplentes, de los cuales uno, Jerez, está lesionado), el Boca que juega en Colombia está casi desahuciado. “Nacional tiene claros sus objetivos: pasar a la ronda siguiente”, afirmó el entrenador del equipo local, Juan José Peláez.
Tras un día de descanso, un reducido plantel boquense a causa de la partida de los viajeros a Colombia retornó a los entrenamientos en Casa Amarilla, con trabajos en la parte física, bajo las órdenes de Julio Santella y con Bianchi como observador, con vistas al trascendental encuentro con River, en el que los de la Ribera pondrán en juego el liderazgo del certamen. Por su parte, el lesionado Tevez, que sufrió ante Independiente una distensión en los ligamentos de la rodilla izquierda, trabajó en el gimnasio con el kinesiólogo Rubén Araguas, y el defensor José María Calvo se mantuvo al margen de la práctica debido a una fatiga en el gemelo de la pierna derecha.
Aunque Bianchi, quien se quedó en Buenos Aires por problemas de salud de su hija Brenda, aún no definió la formación que enfrentará a River, las variantes que se manejan serían el retorno del volante Raúl Cascini, quien cumplió una fecha de suspensión por acumulación de faltas, por Miguel Caneo y el ingreso de Antonio Barijho o Franco Cangele por Tevez. El encuentro será clave para las aspiraciones de Boca en este torneo, ya que en las últimas dos fechas dejó cinco puntos en el camino y ahora tiene a San Lorenzo, Central, Quilmes, Banfield y Newell’s pisándole los talones.
“Estamos muy motivados, con ganas de salir a la cancha y demostrar que el equipo se encuentra bien. En los últimos dos partidos fuimos superiores a nuestros rivales y merecimos ganar, yo estaría preocupado si nos hubieran superado o si el equipo no hubiera generado situaciones de gol”, explicó luego del entrenamiento el volante Sebastián Battaglia, quien manifestó que la ausencia de Tevez es “una baja muy importante” en el equipo. En cuanto al próximo rival, el santafesino agregó: “Los clásicos con River son partidos diferentes al resto, por más que uno venga bien y el otro mal, es un compromiso aparte en el que no interesa la posición en la tabla”.