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Sin jugar un buen partido y dejando una débil imagen colectiva al momento de definir las situaciones peligrosas, Boca derrotó por 1-0 a San Lorenzo, en el partido adelantado correspondiente a la última fecha del Apertura, considerado clave para las aspiraciones de ambos equipos en la lucha por el título. El brasileño Iarley, figura del encuentro junto a Clemente Rodríguez, anotó el gol de la victoria, tras un error defensivo de San Lorenzo, que terminó con dos hombres menos por las expulsiones de Diego Capria y Claudio Morel Rodríguez.
A juzgar por los primeros minutos de San Lorenzo, el partido prometía ser mucho más interesante de lo que finalmente fue. El veterano Acosta inquietó enseguida con un cabezazo que se le fue alto, pero después fue perdiendo fuerza, al igual que sus compañeros, quienes incluso en los momentos en los que lograban presionar y tener la pelota no conseguían generar verdadero peligro, hasta casi promediando el complemento.
Boca, por su parte, tardó en aparecer y cuando lo hizo –apoyado en una buena labor de sus centrales y en las constantes subidas de Clemente Rodríguez; mientras Perea alternaba buenas y malas– no encontró la precisión necesaria para definir: la cosa no pasaba de tiritos y cabezazos anunciados a las manos del arquero Ramírez.
La más clara para Boca llegó recién a los 52 minutos, cuando San Lorenzo ya no contaba con Diego Capria, expulsado por un patadón a los genitales de Iarley. Fue tras una pared entre Perea y el brasileño, para que éste rematara sobre un costado del arco. La impotencia en la definición era tal, que los hinchas de Boca le pedían a Bianchi el ingreso del Mellizo. Entró por Perea y fue ovacionado, aunque en la cancha, lento e impreciso aún, no le alcanzó como para devolver el tributo.
Un error defensivo del conjunto de Néstor Gorosito le permitió a Rodríguez, luego de una larga corrida, habilitar a Iarley para que quedara mano a mano frente a Ramírez y definiera, entrando por derecha y cruzándola, ante la salida del arquero. El brasileño tuvo, luego, otra chance para ampliar, pero Ramírez consiguió desviar al corner.
Ya sin Morel Rodríguez a San Lorenzo se le complicaron más los planes, aunque en medio de la desesperación el juvenil Luna tuvo una buena oportunidad para el empate, con un centro para Acosta, quien terminó perdiendo ante Burdisso y Schiavi.
Para Boca jugó desde el arranque Colautti, que no fue ni la sombra del delantero que apareció en el superclásico para reemplazar a Barijho: no aportó movilidad ni cambio de ritmo, tuvo varias chances y no aprovechó bien ninguna y, además, acumuló una buena cantidad de posiciones adelantadas, algo que hace mucho no se veía en el equipo de Bianchi.
Boca ganó, sumó tres puntos importantes –es puntero con 34 unidades, 7 más que San Lorenzo; y quedó a 9 de Banfield y Central, y a 10 de Newell’s y Quilmes, sus principales perseguidores: todos con un partido menos–, pero no convenció: jugó más de 20 minutos con dos hombres más y no encontró el camino para liquidar el trámite.