Patronato de Paraná consiguió un meritorio empate 2-2 ante San Lorenzo, en el debut de ambos en el torneo Transición 2016. El partido se desarrolló en un clima de gran expectativa, no sólo porque el local jugó su primer partido en la Primera División, sino también porque enfrente tuvo a un grande como San Lorenzo, que además aportaba el condimento de ver si sus jugadores respondían al esquema que plantea su técnico, Pablo Guede.

Y más temprano que tarde quedó claro que a San Lorenzo le cuesta asimilar los conceptos de su flamante entrenador. Sobre todo a la última línea, en la que, hay que reconocerlo, faltaron nombres que pueden cambiar diametralmente su eficacia. Iban 11 minutos y el local se puso en ventaja a través de Telechea, tras un corner en que los hombres de Boedo marcaron al revés de lo que mandan los manuales.

Con el gol en contra, San Lorenzo le imprimió más intensidad a sus movimientos y esa actitud dio resultado en la segunda parte de los primeros cuarenta y cinco minutos. A San Lorenzo le faltaba únicamente el gol, pero la sensación era que el empate podía llegar en cualquier momento. Y ese momento fue antes de irse al descanso, a través de uno de sus emblemas, Leandro “Pipi” Romagnoli. Hubo una falta muy cerca del área grande, apenas a un costado de la medialuna. El histórico volante midió el remate y puso la pelota a la derecha del arquero Bertoli, que voló pero nada pudo hacer. El disparo dio en el poste izquierdo y se metió por el derecho.

Apenas iniciado el complemento, los locales llegaron al 2-1, tras una buena jugada colectiva que definió De la Fuente entrando por el segundo palo. No esperó mucho Guede para jugarse la ropa. Sacó a un defensor y a un mediocampista de contención y reforzó la creación de juego con Belluschi y potenció el dinamismo con Mussis. Tomar riesgos le dio rápido resultado. A los 63 minutos, Belluschi habilitó a Cerutti y el ex Estudiantes fue derribado en el área por Masuero. Penal que Ortigoza convirtió en el 2-2.

San Lorenzo no se conformó con el empate. Y aunque pasó algún que otro sofocón, creó situaciones como para desnivelar, pero anoche Cauteruccio no estuvo encendido y desperdició esas ocasiones en las que suele no perdonar. Sobre todo en el final del partido, cuando solo frente a Bertoli eligió buscar al ingresado Blandi en vez de definir ante el indefenso arquero de Patronato.