DEPORTES
“Prefiero la peor escudería de la Fórmula 1 a la mejor de otro lado”
José María López, “Pechito”, ganó el Olimpia de Plata en automovilismo y a las pocas horas se quedó sin butaca en la F-1. De eso habla.
Por Pablo Vignone
Lunes 22, 11 horas. “Voy a ir a la entrega de los Olimpia, para ver cómo lo gana Be- ssone, je, je.”
Martes 23, 0.30 horas. “Yo creí que iban a seguir la tradición, que es darle el Olimpia de Plata al campeón de Turismo Carretera.”
Martes 23, 9.45. “Sentí emoción, porque el Olimpia es el máximo premio deportivo que te puede entregar el país. Ahora, para mí no fue sorpresa, porque gané un campeonato internacional, además probé un Fórmula 1... Lo que sí creo es que el de Oro estuvo muy justo.”
Para José María López, 20 años, la de ayer fue una jornada con matices. Por un lado, vivió la alegría de haber obtenido el galardón, derrotando en la consideración periodística al piloto del año en el ámbito local, Ernesto Bessone, el campeón de TC; por el otro, asimilando la crudeza con que su sueño de debutar en la Fórmula 1 deberá esperar un tiempo más. A la misma hora en que el cordobés dialogaba con Página/12 y otros medios, la escuadra Minardi confirmaba que su alineación para la temporada 2004 no lo contempla. Hasta último momento, López había mantenido viva la ilusión: “Sé que en Minardi tengo chances, pero el que traiga la valija más grande, gana”.
El cordobés, campeón 2003 de la Renault V6 Eurocup, bajo contrato con la firma francesa, va cerrando el mes más vertiginoso de su existencia, que incluyó dos pruebas de Fórmula 1, con Renault en Barcelona y con Minardi en Vallelunga, cerca de Roma. “Yo quedé muy conforme con lo que hice –cuenta–. Mejor, imposible. La Fórmula 1 es muy jodida, hay muchos factores externos que influyen, pero nadie va a poder decir ‘éste no está porque no anduvo bien’. Si no corro, es solamente por una cuestión económica.”
La cuestión tenía precio. “Cinco millones de dólares.” Hubo gestiones con la petrolera Repsol-YPF desde septiembre, que no prosperaron. El entorno del piloto intentó hasta último momento interesar en la cuestión al gobierno nacional, para destrabar el tema, pero sus contactos no fructificaron. “El mismo Carlos Reutemann se interesó mucho por el problema –cuenta el cordobés–. Lo que esperaba era un apoyo institucional.”
López asegura estar “ansioso” por correr en Fórmula 1. “Las pruebas que hice fueron como un caramelo, que te lo dan y no querés que te lo quiten –ejemplifica–. Y a Renault le convendría que yo estuviera en F-1, porque entonces mi contrato tendría más valor de mercado. Además, yo empezaría a cobrar también: hasta ahora, los gastos me los pago yo... bah, mi papá.”
Sin embargo, el cierre de las tratativas no lo encuentra tan mal parado. Está esperándolo un lugar en el equipo Arden International, campeón 2003 de la Fórmula 3000 Internacional (la antigua Fórmula 2, que recuperará ese nombre en el 2005), y que corre en los mismos circuitos que la F-1. “Yo me veo en la F-3000, ésa es la lógica. Sería el paso más apropiado... Pero también creía que iba a perder el Olimpia”, bromea, antes de volver a ponerse serio: “El tren pasa una sola vez: si uno hace bien las cosas, eso se ve donde tiene que verse aunque el auto no sea bueno. La gente ya sabe lo que es un Minardi...”
–De haber podido optar entre correr en Minardi, el peor equipo de la Fórmula 1, o en el Arden, el mejor de la F-3000, ¿qué habrías elegido? –le preguntó este diario.
–El Minardi, sin duda. Prefiero el peor de la Fórmula 1 al mejor de otra categoría.
Parece ser uno de los que arriesgan. Así no le puede ir mal.