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“Para que, aunque sea por una vez, alguien nos envidie”: un veterano agente de la administración pública acertó con la razón más atendible para el asueto que el gobierno nacional dispuso para el próximo viernes y para el 2 de enero. El Poder Judicial se sumó al feriado, por decisión de la Corte Suprema, y el gobierno de Córdoba estableció lo mismo para sus agentes. No se sumaron a la medida ni el gobierno porteño ni el bonaerense. En cuanto a la jornada de hoy, habrá asueto en las administraciones nacional y bonaerense, mientras que los empleados públicos de la Ciudad de Buenos Aires trabajarán hasta las 14. El asueto dio lugar a un distraído debate en diversos programas radiales, donde periodistas bienpensantes indagaban a los dos ministros Fernández por el pecadillo de permitir que la gente trabaje menos y éstos confeccionaban argumentos para mostrar que la productividad no se resiente en realidad. Subsisten dos observaciones. La primera: si el asueto se hubiera anunciado antes, se hubieran evitado problemas a las personas que preveían realizar trámites el próximo viernes. La segunda –formulada por un dirigente de ATE–: más les hubiera valido a esos servidores públicos recibir aumentos de sueldos como los que el Estado ordenó para la actividad privada.
La resolución 303, que dispone el asueto, fue firmada por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández. El funcionario, interrogado en programas radiales, explicó que “nos pareció mucho más práctico y mucho más simple evitar poner en marcha la administración pública un día donde la mayor parte de los que deben trabajar terminan no concurriendo, haciendo uso del derecho a faltar ese día sandwich”. Fernández precisó que “en días como éstos asiste a los empleados un derecho que es el ‘día del ausente con aviso’, y mucha gente ya tenía decidido faltar”. Y agregó que “quisimos evitar el gasto de poner en marcha ese día los edificios públicos”.
También el ministro del Interior, Aníbal Fernández, hubo de prestarse a la requisitoria periodística radial y contestó que el asueto “muchísimas veces se hizo sin que la gente se enterara: nunca se sacaba el asueto, pero se anunciaba desinfección de los edificios, cosa que no sucedía, y nadie venía a trabajar y estaban todos contentos porque no se enteraban”.
José Manuel de la Sota, gobernador de Córdoba, se sometió al escrutinio radial para explicar que su adhesión a la medida del gobierno nacional respondió a la “necesidad de favorecer el estrechamiento de los vínculos familiares, y por el turismo”. El gobernador estimó que “el presentismo, un viernes en medio de las fiestas, no supera el 15 o 17 por ciento”.
De otro orden fue la objeción que formuló Pablo Micheli, secretario general de ATE: “Bien contentos deben estar mis compañeros por el asueto pero, en realidad, hubiéramos elegido otra cosa”. Hubieran elegido “que nos equiparen en el aumento a los privados, porque no nos dieron un centavo o que pasen a los trabajadores en negro a la planta permanente”. El gremialista observó también que en días sandwich como éstos “efectivamente hay menos actividad, pero no tanto por la ausencia de trabajadores sino porque hay menos cantidad de trámites”.
Igual que De la Sota, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, siguió la línea marcada por el gobierno argentino y dispuso que el 26 no atenderán al público las embajadas de Estados Unidos, no sólo en la Argentina sino en todo el mundo.
También la Corte Suprema de Justicia dictó ayer una acordada por la cual los días 24, 26 y 31 serán “inhábiles” para la Justicia. El 2 de enero ya lo era por la Feria Judicial que abarca todo ese mes.
En cambio, los gobiernos bonaerense y porteño mantuvieron su independencia. Ninguno de los dos otorga asueto para el 26 y el 2. El bonaerense decretó no laborable el 24 y el 31 completos, mientras que en la Ciudad de Buenos Aires el asueto esos días recién empezará a las dos de la tarde.
El feriado no alcanza a los bancos, que atenderán normalmente hoy, el 26, el 31 y el 2.
La Secretaría de Turismo de la Nación estimó que, gracias al asueto dispuesto para los viernes 26 y 2, “aumentarán las expectativas para el turismo interno” (ver recuadro). Según el organismo, “un relevamiento realizado por esta secretaría con anterioridad marcaba un significativo movimiento previsto para esas fechas y se espera que esos niveles aumenten considerablemente, ya que muchas familias decidirán movilizarse en esos días para adelantar sus vacaciones”.