Viernes, 26 de agosto de 2016 | Hoy
DEPORTES › OPINION
Por Diego Bonadeo
Alguna vez, y no hace tanto, fue recordada aquella frase premonitoria que el científico y pensador Jorge Sabato escribió en la revista Humor, por allá por fines de 1983: “la dictadura se va, pero nos deja el campo minado”.Y uno recuerda haber asociado aquel presagio con un episodio ocurrido por entonces en Avellaneda después de un partido de fútbol, cuando las fuerzas de “inseguridad” llevaban un contingente de detenidos en un colectivo mientras vociferaban sin pudor: “¡qué democracia, ni qué democracia; nosotros somos la policía brava de Camps...!”
Es que la frase de Sábato vale para un montón de cuestiones que tuvieron, tienen y tendrán lamentablemente que ver con la vida de los argentinos. Afirmar sin dudar algo así como que “Julio Grondona se murió pero dejó minado el campo del fútbol”, por ejemplo, no parece una exageración.
Este fin de semana –por lo menos eso parece–, aunque salvo la aparente solución de algunos asuntos vinculados a problemas económicos y financieros, se vuelve a jugar al fútbol, sin que ninguna cuestión de fondo haya aparentemente preocupado a quienes consideran desde la “nueva” dirigencia de la AFA, que ni el saneamiento de las finanzas de las instituciones, ni la crisis cultural que afecta el juego haga que se juegue cada vez peor, ni la seguridad en los estadios, por ejemplo, son rubros a analizar y terminar de una vez por todas con el juego que estos fantasmas de la dirigencia mejor juegan y que más les gusta: “fulbito para la tribuna”. Pareciera que la condición sine qua non es atar con alambre...
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.