Independiente tenía que reivindicarse en su debut en la Copa Sudamericana y logró el primer chico con una victoria 2-0 frente a Lanús, que venía dulce tras haberse consagrado campeón de la Copa Bicentenario en la propia casa de su vecino de Avellaneda. Los goles fueron convertidos por Leandro Fernández y Rigoni, ambos en el complemento. El equipo de Gabriel Milito ya había tropezado en la misma cancha de anoche el pasado 8 de agosto ante Defensa y Justicia, y tempranamente se despedía de la Copa Argentina. Lanús tendrá revancha el 14 de septiembre en Avellaneda. De continuar en racha, el Diablo podrá aspirar a un lugar en el torneo que le quita el sueño a más de uno: la Copa Libertadores.

Era la primera vez que ambos se enfrentaban en el plano internacional. Independiente volvía a la Copa Sudamericana, certamen que obtuvo en 2010 y fue el último título para el club. En la Fortaleza Granate hubo hinchas de ambas parcialidades, pero con derecho de admisión para la barra brava roja tras los incidentes con la policía cuando el equipo de Avellaneda fue eliminado de la Copa Argentina por Defensa y Justicia.

En los primeros minutos los dos parecieron estudiarse demasiado. El Rojo quería prosperar con paciencia, pero Lanús hacía circular mejor la pelota. El trámite era parejo y con pocas situaciones de riesgo cuando Monetti, de forma temeraria, hizo una de papi frente a Vera y de ésa salió airoso. A los 16, Acosta desde la izquierda filtró un pase para Sand y salvó Campaña.

Pero a Independiente le costaba horrores elaborar jugadas de conjunto. En ese aspecto Lanús se mostraba un poco más ducho y de hecho en la primera etapa mereció un poco más. A los 31, Román Martínez metió un estiletazo para Almirón que agarró a la defensa roja mal parada y Rius se perdió un gol increíble con todo el arco de frente. Fue la única chance neta en todo el primer tiempo.

A poco de iniciado el complemento, Herrera metió un bombazo desde fuera del área que exigió a Campaña. Y a los 54, un centro de Rigoni por izquierda fue mal resuelto por Monetti, la pelota rebotó en Braghieri y le quedó servida a Fernández, que sentenció. A 3 del final casi lo empata Acosta, pero enseguida el ingresado Silva quiso jugar de cabeza con su arquero, el envío quedó corto y Rigoni con un sombrero puso el 2-0 final.