Juan Martín Del Potro buscará hoy (al término del partido entre la local Serena Williams y la rumana Simona Halep, que arranca a las 20) su primera semifinal de un Grand Slam desde Wimbledon 2013, cuando se enfrente por los cuartos de final del US-Open ante el suizo Stanislas Wawrinka. Aunque se midieron en seis ocasiones (de las cuales cuatro fueron victorias para el argentino), jamás se vieron las caras en superficie de cemento. El tandilense, campeón en Nueva York en 2009, imagina un encuentro muy igualado. “Stan será el favorito pero cualquier cosa puede pasar. Tengo el poder del público conmigo”. Y es que, durante toda la primera semana del torneo, el argentino escuchó en cada partido las cánticos “¡Olé, olé, olé, Delpo, Delpo!” que lo hicieron sentirse como en casa.

El certamen neoyorquino está atravesando las etapas decisivas, y mientras el tandilense estuvo constantemente en la luz del foco, al igual que Rafael Nadal, Novak Djokovic o Andy Murray, Wawrinka pasó rondas sin que se le prestase especial atención, si bien es el tercer favorito y ganador de dos Grand Slams. “No es algo que me importe porque lo normal es que la gente se fije en Novak o Andy. Es lógico porque son los dos grandes favoritos del torneo. Del Potro volviendo de una lesión, jugando tan bien como lo está haciendo, habiendo ganado aquí... También es normal que despierte atención. Al final a mí no me molesta, yo voy haciendo mi torneo y ya veremos qué sucede”, apuntó el suizo.

Y es que Del Potro reapareció esta temporada en el circuito tras estar a punto de retirarse por una grave lesión en la muñeca izquierda. A pesar de que su revés a dos manos aún no es el de antes, el ex número cuatro del mundo está practicando un tenis temible. En enfrentamientos anteriores, Delpo domina el cara a cara ante Wawrinka por 4-2, logrando todas sus victorias en los últimos partidos. El más reciente fue hace unas semanas, en la segunda ronda de Wimbledon. “Nunca hemos jugado en contra sobre superficies de cemento así que va a ser muy interesante ver cómo van a ser sus golpes, cómo me va a llegar la pelota, y cómo va a jugar. Por supuesto debo cambiar cosas que hice mal en Wimbledon, pero aquí será otra historia”, recordó el número tres del escalafón mundial. “Los dos golpeamos muy fuerte la bola, pero siento que depende de mí”, avisó Del Potro. “De mi saque y mi derecha. Será un partido diferente al de Wimbledon pero creo que lo podré tener en cuenta para el planteamiento. Sacar bien será fundamental”, analizó después. Mientras Wawrinka llega sin molestias físicas, Del Potro tuvo que ser tratado por unos problemas en el hombro durante su encuentro ante Dominic Thiem en octavos. “Está cargado. Es normal que lo esté porque mi cuerpo aún no está acostumbrado a este ritmo”, recordó sin darle más importancia el argentino, medalla de plata en los últimos Juegos Olímpicos de Río.