El partido para River empezó mucho antes de que Germán Delfino hiciera sonar su silbato en el Monumental. Marcelo Gallardo lo empezó a jugar el viernes cuando decidió dejar en el banco a Andrés D’Alessandro para que Gonzalo Martínez volviera al equipo, y ratificar a Tomás Andrade. Toda una declaración de principios del entrenador. Pero incluso ayer hubo que tomar decisión, debido a que antes de que se iniciara Ignacio Fernández sintió un pinchazo y se quedó afuera.

Gallardo debió realizar un cambio de último momento y Camilo Mayada saltó al campo de juego. Ante la urgencia, la demora y el técnico Gallardo se fue expulsado antes de empezar.

Todo eso que había pasado antes pareció mucho cuando la pelota se movió, porque adentro de la cancha pasó más bien poco. Cada uno cumplió el rol que exigía la coyuntura: River con la pelota y la obligación de atacar; y Atlético de Rafaela a esperar por alguna contra.

Fue claro el local cuando la pelota pasaba por Andrade y hasta logró desequilibrar con Martínez por la izquierda. Pero no generó peligro. Lo más claro fue un zurdazo del ex Huracán que se fue muy cerca del ángulo. Rafaela estuvo cerca pero Batalla apareció para evitar la caída. La desesperación se apoderó de River a medida que pasaban los minutos, y de esa manera se le nublaban las ideas para ir en busca de la victoria. Pero el que despejó todo fue el ingresado D’Alessandro, que ejecutó un tiro libre, la pelota rozó en la barrera y descolocó al arquero para ingresar por el otro lado.