DEPORTES › LE GANO EN ROMA AL NUMERO 2 DEL MUNDO
Fantástica victoria de Cañas
El estadounidense Andy Roddick fue la víctima del argentino, quien está intentando recuperarse en el ranking y que jugó un partido casi perfecto. Gaudio, finalista en Barcelona, fue eliminado.
Por Lorenzo Martínez
Desde Roma
Guillermo Cañas dio la gran sorpresa del Masters Series de Roma al eliminar en la primera ronda al estadounidense Andy Roddick, segundo favorito del torneo del Foro Itálico, 7-6 (9-7), 6-1, después de jugar un partido casi perfecto. El argentino, que ya le había ganado a Roddick en Toronto 2002 y perdido con él en Miami, un mes atrás, supo contrarrestar los potentes y agresivos golpes desde el fondo del norteamericano, sacó buscando las líneas sin importarle las dobles faltas (seis, todas en el primer set) y se mantuvo sereno en los momentos en que su rival reaccionó. Gastón Gaudio fue eliminado al caer 6-3, 6-2 ante Irakli Labadze.
“No sólo pensaba en ganar, sino que sabía que lo iba a hacer –explicó luego Cañas–. Jugué bien y tuve la oportunidad de cerrar el primer set antes de llegar al punto decisivo. Creo que Roddick no sacó bien, que no estaba al ciento por ciento, y yo, en cambio, estuve acertado. Saqué bien y también devolví muy bien, estoy contento de haber derrotado al número 2 del mundo, porque me da confianza para el futuro.”
Roddick vivía su estreno este año en el polvo de ladrillo romana y se presentaba algo mermado físicamente. Pero eso no le quita mérito a Cañas, que fue por delante desde que en el quinto juego rompió el saque del número dos mundial.
Cañas pudo resolver el primer set a su favor en el décimo juego, con 5-4 y su saque. Ahí dispuso de cuatro bolas para ello, pero finalmente cedió su saque con dos dobles faltas. El argentino arriesgaba con el segundo servicio con tal de impedir al estadounidense restar con comodidad.
El primer set, con Roddick mejorado y más agresivo, se decidió en el “juego decisivo”, donde el norteamericano dispuso de set-points. Cañas las superó y, con la única de que dispuso, se lo adjudicó por 9-7. Hasta ese instante, el argentino había cometido sólo 11 errores no forzados por 20 de Roddick. Pero a partir de ahí, Cañas no volvió a cometer error alguno.
Con un tenis perfecto, excelente devolución de saque y ajustando a las líneas, rompió el saque de Roddick en el segundo y sexto juego y, ante un rival desquiciado y que veía cercana su eliminación, se fue a un contundente 5-1. Cañas cerró la cuenta fácilmente con su servicio y dejó en blanco al estadounidense. En apenas 82 minutos había eliminado al número dos mundial y uno de los grandes favoritos al triunfo final.
“Nunca pude concentrarme, y en días como éstos –aclaró Ro- ddick– no es bueno encontrarse con especialistas en polvo de ladrillo como Cañas. Yo juego bien en esta superficie, últimamente tuve buenos resultados, pero me faltan partidos allí.”
Cañas tuvo tiempo para dedicarle un párrafo a la situación que vive el tenis argentino. “El éxito de los tenistas no es producto de la Asociación, que no nos ha ayudado, sino una cuestión de esfuerzo personal.”