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Boca consiguió un valioso empate en su visita al estado de San Pablo, al igualar sin goles con el campeón paulista, el Sao Caetano, en el partido de ida de cuartos de final de la Copa Libertadores, cuya revancha se jugará el martes próximo aún sin sede definida (ver aparte). Después de haber jugado un flojo primer tiempo, el equipo argentino se rehízo en el complemento, se adelantó en el campo y generó algunas jugadas de riesgo que terminaron justificando la igualdad.
Demasiado poco se vio de Boca en la primera etapa, como si el fantasma de la derrota ante River siguiera acompañando a sus jugadores, todos muy erráticos con la pelota. El campo de juego, en notable mal estado, acaso contribuyó a la imprecisión generalizada. Pero para los locales parecía ser más fácil. Llegaban Carvalho y Somalia con soltura, pero fallaban en la definición. Cuando no chocaban con Burdisso o Schiavi, aparecía Abbondanzieri para quedarse con la pelota. Los jugadores locales fallaron mucho la puntería en sus remates al arco.
Estuvo cerca Carvalho, en el arranque, con un disparo que pasó cerca del palo izquierdo del arquero boquense. Luego remató Mineiro por encima del travesaño. Y Gilberto sacó un remate frontal que se fue apenas desviado. Boca seguía produciendo poco y nada, aunque a medida que pasaban los minutos, con el partido controlado en el marcador, parecía querer crecer, muy lentamente. Para ello, los de Bianchi tuvieron que cambiar la primera impresión y ganar algunos metros en el terreno de juego. Eso les pedía el entrenador a su última línea: que sacaran al equipo del fondo.
Cuando Boca comenzó a afirmarse y los locales a quedarse, llegó la primera chance clara para los de Bianchi. Una aproximación peligrosa dirigida por Barros Schelotto que incluyó una media vuelta en la puerta del área y un remate que pasó cerca del palo izquierdo del arquero Silvio Luiz. Lo que siguió hasta el entretiempo fueron débiles intentos de los hombres del Sao Caetano y débiles respuestas de los visitantes, quienes continuaban jugando mal la pelota.
En el inicio del complemento, Boca salió a jugar más arriba y llegó con más peligro. Tuvo una buena oportunidad Tevez, tras una muy buena combinación con Rodríguez, pero Luiz logró cortar el pase, impidiendo la definición del delantero, en lo que fue la situación de gol más clara del conjunto argentino.
Las combinaciones de Tevez con Rodríguez por la izquierda generaban lo mejor del equipo de Bianchi. Pero pasada la media hora, las buenas intenciones de Boca se fueron angostando, y los locales volvieron a acercarse al arco de Abbondanzieri, aunque sin peligro real y perdiendo muchas veces la pelota. El trámite volvió a hacerse enredado, Anderson Lima pateó un tiro libre por encima del ángulo izquierdo del arco visitante; en el último minuto, Abbondanzieri desvió la pelota, ésta dio en el palo y el partido se apagó sin pena.