DEPORTES
Bianchi ruega no tener más bajas
El mediocampo de Boca parece una enfermería. Los superclásicos se juegan por la tarde.
Mientras el Comité de Seguridad Deportiva resolvió que los dos superclásicos entre Boca y River por las semifinales de la Copa Libertadores se lleven a cabo por la tarde, Carlos Bianchi ruega que no le suceda más nada a su plantel para poder afrontar el primero de los partidos, el jueves 10 a las 15.30, sin tantas bajas en la zona de volantes. A las lesiones de Diego Cagna, Neri Cardozo y Matías Donnet, se agregó ayer la decisión de dejar en libertad de acción a Javier Villarreal, quien tras no llegar a un acuerdo con el club, hace dos años que juega por el 20 por ciento, abandonaría la institución a fin de mes, aunque se especula que el técnico podría usarlo.
Pese a la decisión tomada ayer por el Comité, el secretario de la Confederación Sudamericana de Fútbol, Eduardo Deluca, anticipó que ese organismo consultará en las próximas horas a los clubes y a las empresas Fox Sports y Canal 13, dueños de los derechos de televisación, para ver cuáles son los compromisos contraídos. Si surgieran inconvenientes, se podría jugar ambos encuentros en horario nocturno, pero sin público visitante.
Tras las lesiones de Donnet (ruptura fibrilar), Cagna (esguince de rodilla) y el mendocino Cardozo (desgarro en la pierna derecha), es muy probable que la línea media de la formación boquense, al menos para el primer cruce ante River, la conformen Villarreal, Raúl Cascini, el juevenil Pablo Ledesma y el colombiano Fabián Vargas. El resto: en el arco Abbondanzieri; Calvo, Schiavi, Burdisso y Clemente Rodríguez, en la última línea; Guillermo Barros Schelotto y Carlos Tevez, en el ataque.
Además de la salida de Villarreal, también se irían Carlos Marinelli y Pedro Iarley (por el que Boca no haría uso de la opción de compra, que alcanza los 2 millones de dólares), quienes interesan a Racing, aunque la intención del brasileño, en un principio, sería renovar por una temporada más el préstamo con la entidad boquense.
El brasileño, a través de su representante, habría recibido la oferta y la estaría analizando, aunque su intención es quedarse en Boca, pese a saber que la entidad no hará uso de la opción de compra de su pase; también tendría una oferta del Palmeiras. En tanto que Marinelli habría sido propuesto al gerenciador de Racing, Fernando Marín, por el propio presidente de Boca, Mauricio Macri.
La situación de Villarreal no es óptima, ya que a raíz de una importante diferencia económica se produjo una tensión grave con dirigentes del club que, cuando todo indicaba que se firmaba un nuevo contrato, decidieron finalmente dejar libre al volante cordobés. El origen de la tensión, según reveló ayer el titular del departamento de fútbol profesional de Boca, José Beraldi, fue el pedido del representante del futbolista de un aumento considerable del monto que ambas partes habían acordado de palabra. Villarreal, quien desde hace dos años está sin contrato, habría solicitado el pago de 500.000 dólares por dos años de contrato, “sin embargo, cuando todo estaba resuelto, apareció su representante solicitando 1,5 millones de dólares, lo que fue rechazado categóricamente”, expresó Beraldi.
Otra versión que circuló ayer con respecto al caso de Villarreal es que el jugador tendría una importante oferta de un club del exterior que le reportaría mucho más dinero.