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Una llamativa cortina de aplausos se abrió para dejarle paso a la Selección Argentina a su llegada a Ezeiza, tras caer por penales en la final de la Copa América ante Brasil después de haber sido un claro dominador del partido y merecer largamente la conquista del título. Los jugadores y el cuerpo técnico fueron recibidos con aplausos por hinchas y pasajeros que se encontraban en la estación aérea, y coincidieron tanto en lamentar la caída como en subrayar la decepción por no haber cumplido con su objetivo, que era conquistar la Copa. El presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Julio Grondona, consideró que “campeones fueron los dos” y sostuvo que “Argentina es un equipo digno, que tiene grandes jugadores y con futuro”.
“Es una pena no traer la Copa –afirmó el capitán, Roberto Ayala–. Nos fuimos con ese objetivo, dejamos todo, con nobleza. Nunca especulamos. El equipo dejó bien representado el fútbol que quiere el hincha argentino”, señaló, mientras agradecía “el reconocimiento de la gente, que viene bien. Son muchos palos, a veces te dejan sin ganas, pero así es el fútbol”.
Ayala opinó que esta derrota le dolió tanto como la eliminación en el último mundial: “Por supuesto. Estos palos duelen igual. Pero hay que rescatar lo positivo, que fue el modo de jugar. Hay que seguir por esta senda”, recomendó.
“Buscamos algún error, que faltó esto, que faltó lo otro, pero no lo encontramos. No sé si es mala suerte, no ligamos. Sufrimos dos goles. El primero puede ser una desatención, pero el segundo fue mala suerte.”
Para Andrés D’Alessandro, “la realidad debió haber sido otra. No pudimos dar el último pasito. Pero estuvimos ahí y fue inexplicable”. El volante no quiso hablar de mala suerte: “Lo único que puedo decir es que no le encuentro explicación. El balance es positivo, pero no pudimos salir campeones. Y eso duele”.
D’Alessandro admitió que la actitud de los hinchas “reconforta, la gente importa. Porque defendemos los colores de la Selección, el fútbol de un país. Pero hoy nos duele algo inexplicable, que fue no obtener el título”. Y agregó: “Para nosotros fuimos los mejores. Seguro que sí, pese a que el éxito no lo pudimos conseguir”.
“Este grupo, con los que se sumen, va por el buen camino –afirmó Javier Mascherano–. Me reconforta el apoyo de la gente, que me hayan elegido como una de las figuras. Pero la tristeza es enorme porque no merecíamos pasar por lo que pasamos ayer. Fue muy injusto y yo no le encuentro una explicación.”
Mascherano consideró que “el grupo se brindó por completo y, una vez más, no se le dio. Fue el golpe más duro que yo sufrí en mi carrera. Pero todos coincidimos en que compartimos un grupo bárbaro y estamos seguros de que éste es el camino”.
“No sabía que esto iba a pasar –dijo Juan Pablo Sorin al escuchar los aplausos–. Es lindo sentirse cerca de la gente. Pero yo quería salir campeón. Jugamos una gran Copa América, y a nadie le gusta salir segundo. Por eso la bronca”, explicó.
“Por eso nos sacamos las medallas. Esto no tuvo lógica. Faltando diez segundos teníamos el partido cerrado, controlado. No hay reclamos, no hay culpas. Argentina fue un equipo generoso en todo momento, fue muy noble. Dejamos todo”, agregó. “Jugamos el fútbol que queríamos. Reivindicamos el fútbol de la Argentina y lamentablemente no nos llevamos nada.”
Según Sorin, “esta Copa América sirvió para demostrar que fuimos superiores a todos, jugando de la manera más fresca, con más fútbol, con más llegada por abajo”.
Para Roberto Abbondanzieri, se perdió la Copa “por una casualidad. Fuimos mejores y no pudimos sacar diferencia”. El arquero se mostró “conforme por lo que se hizo, pero mal porque no trajimos lo que fuimos a buscar. Coincidimos en que no pudimos traer por veinte segundos lo que fuimos a buscar. Por lo que laburó este grupo con el cuerpo técnico durante casi un mes en Perú, parece mentira que no hayamos traído la Copa”. El arquero reflexionó: “En el fútbol, hasta que el árbitro no toca el silbato, no terminó el partido. Esta Selección no puede tener tanta mala leche como para no conseguir algo importante”. Al pedírsele una comparación con la Copa Libertadores que Boca perdió frente a Once Caldas también por penales, Abbondanzieri comentó que “son distintas cosas. En un mes recibí dos mazazos bastante fuertes, pero con dos competencias totalmente distintas. No se puede analizar mucho, porque el objetivo no se consiguió”.
Quedaba tiempo para una última pregunta. “Pienso que Bielsa sigue”, respondió Grondona al ser consultado sobre la continuidad del técnico, para luego sostener que “la gente fue la que le pidió cambios y los satisfizo”.